Agatha Ruiz de la Prada no tiene reparos en afirmar que mataría por sus perros. Adora a los animales, y de pequeña soñaba con vivir en el campo en compañía de cincuenta perros. Su sueño se ha hecho realidad, aunque no son cincuenta tiene un montón de perros que disfrutan de la naturaleza en plena libertad.
¿Cómo llegan los perros a tu vida? ¿O, como me temo, ya naciste rodeada de ellos?
Yo vengo de una familia por parte de mi madre, la madre de mi madre, Urruela, que era gente que tenía perros y caballos, sobre todo perros. En mi familia, lo de los perros ha sido como una religión. Ya de pequeña fui muchísimo al campo. Me encanta el campo. Una tía mía montó a caballo todos los días hasta los ochenta y cinco años. Y mi bisabuelo, jugaba al polo. De niña, yo soñaba con tener una casa con muchos perros.
¿Cuántos perros tienes ahora?
Me pasé todo el confinamiento con dieciséis perros. Y ahora convivo con doce.
¿En el campo o en Madrid?
Bueno, en este momento, que estoy en Mallorca, me he traído a tres; en el campo tengo nueve.
Con tanto perro, alguien te ha dicho alguna vez: ¿O los perros o yo?
Sin duda habría elegido los perros. Es que se me nota demasiado. Mi sueño era tener perros, así es que cuando pude tenerlos… Me acuerdo del primer perro que tuve, Matusalén, al que llamábamos Matusa, y se me murió, y entonces me lo cambiaron por otro que no tenía nada que ver; luego tuve un perro maravilloso, un bobtail, que se llamaba Lady Godiva, y que era bestial, y un día le echaron de casa, y entonces yo me fui con el perro, y estuvimos un mes fuera hasta que nos volvieron a aceptar a los dos.
¿Qué te aporta su compañía?
Me aporta muchísimo. En primer lugar, creo que no hay nada más antiestrés que un perro. Para mí una casa sin un perro…. Mira, a mí me encantan las casas, y se puede tener una casa bonita, pero a la casa hay que darle vida, y el perro le da vida, su presencia es brutal.
Lo mejor de tener un perro es ocuparse de él, quiero decir hacer vida conjunta. ¿Cómo compaginas tu trabajo y tu ocio con los perros?
A veces no puedo hacer una vida conjunta, por lo que sea, pero en cuanto llego a casa los perros se me adhieren como si fueran una pegatina. Es un poco doloroso para la gente que los cuida, pero en cuanto llego se me pegan y dejan de existir. Los perros saben perfectamente quien es su amo, no sé si es porque los quieres más pero es algo que ellos saben, y cuando tú te vas saben que se han de jorobar un poquito. Y también debo decirte que es una cabronada un perro en invierno, la verdad, y te dices: «Dios mío ahora tengo que sacar al perro», y estás toda la cena pensando si lo saco yo o convenzo a mi hija o a quien sea para que te lo saque. Pero al final, los perros lo que hacen por ti es lo mejor. Te vas a pasear, pues es que te conviene pasear, porque si no igual no lo harías.
Se dice que las personas a las que no les gustan los perros no son de fiar. ¿Qué opinas?
Eso es verdad, fíjate, al Innombrable no le gustaban los animales, y entonces cuando se fue con esa, le dijo a los pocos días a mi hijo: «Qué maravilla, ni le gusta el campo, ni le gusta el mar, ni le gustan los animales».
Yo, en cambio, cuando voy por la calle me fijo más en los perros que en las personas. Los perros me interesan bastante más que las personas. Para mí, un perro es lo máximo. Hay perros bonitos, pero luego hay perros que no son tan bonitos pero que les quieres un montón. En aquel entonces, yo vivía con ocho perros, y a mí me parecía tan hortera que al Innombrable no le gustaran los perros… Es que es muy hortera no tener animales, que quieres que te diga.
No me hagas reír, eso sí que no lo había oído nunca
Es la pura verdad, es lo más hortera del mundo. Lo más elegante es tener animales. Mira la reina de Inglaterra, los perros están en los sofás, entran a ver a los primeros ministros, ella los saca a pasear. En la serie The Crown, la reina, cuando está realmente a gusto, es en compañía de sus perros, cuando se siente de verdad liberada, cuando está sin duda a gusto es en compañía de sus animales.
Por no gustarle los perros, el Innombrable aguantó lo suyo
Aguantó treinta años.
Eso es mucho tiempo
Pero los primeros años no tuvimos perro. Los perros llegaron después de cinco años o así. Piensa que él jamás los sacó a hacer pis, aunque se estuvieran muriendo, nunca los sacó. Le daban asco, le daban miedo, le daba asco tocar un animal. Hay gente así, que le da asco tocar un animal. A mí me da mucho más asco tocar a una persona. Por decirte, a mí no me dan asco las cacas de mis perros, pero nada de nada. Es como cuando tienes un bebé, son como las cacas de tu bebé, ¿no?
Se tiende a humanizar a los perros, pero debería ser al revés, es decir, que el hecho de convivir con ellos nos convirtiera, a nosotros los humanos, cada día en un poco más perros.
Ellos son más que humanos, son hiperhumanos.
¿Qué tienes tú de tus perros? ¿Y ellos de ti?
No lo sé, pero la verdad es que a mí los perros me han ayudado muchísimo. Mi vida hubiera sido infinitamente peor sin perros. En una época de mi vida no pude tener perro, y cuando pude volver a tenerlos fue la gozada del siglo.
El perro en sí mismo es un animal maravilloso
Y cuándo se te muere, ¡uf! cuando se te muere… Por eso tengo tantos perros, porque si se me muere uno, aunque te parezca un poco bestia lo que voy a decirte, sufres menos, sufres menos si tienes otros perros, amortigua el dolor.
Tengo entendido que hace poco se murió tu chow chow, llamado Perro J.
Oh sí, se me ha muerto hace poco, y fue horrible. Ha sido el perro más caro que he tenido en mi vida, más caro que todo el resto de animales juntos que he tenido. Lo operamos un montón de veces, y cuando más lo operábamos más lo queríamos.
¿Ha sido tu perro preferido?
He tenido muchos preferidos, pero este murió de repente. Estaba bien y de pronto se le retorcieron las tripas y se murió. Ya tenía de todo: problemas en los ojos, en la piel, vivíamos todos los días con los problemas del perro. Se murió bastante joven, de la noche a la mañana. No nos lo esperábamos.
¿Y ahora tienes un King Charles?
En efecto, y es una monada.
¿Y llegó para paliar la muerte de Perro J?
No, ya estaba antes. Hace cuatro años que lo tengo. Ahora está aquí conmigo. Es uno de los que duerme conmigo. No en la cama, porque a mí no me gusta que los perros duerman dentro de la cama; eso ya es demasiado.
¿Dentro o encima?
Ellos duermen en mi cuarto, pero nunca en la cama. Mi hija, en cambio, se los mete dentro de la cama. Yo soy perruna pero mis hijos lo son aún más. Mi hija es super perruna, más que yo.
Si pudieras, ¿qué harías para mejorar la vida de los perros en las ciudades españolas?
No sé qué decirte, porque mis perros están en el campo. A mí me encanta llevar los perros sueltos. Una vez en Barcelona hice un desfile, yo en aquel entonces diseñaba prendas para perros. Hice un desfile con treinta perros, yo solita… He diseñado camitas, champú, comida, galletas
Lo hiciste cuando nadie lo hacía, porque ahora Zara ha sacado una colección pet friendly
Lo he visto, sí. Es cierto, lo hice cuando nadie lo hacía. Fue maravilloso, como te digo, hacer un desfile y todos los perros detrás de mí…, y yo pensé «¡Dios mío, cómo se peleen!», porque a todos aquellos perros no los conocía de nada, se podían haber peleado, ¿sabes?
Y te voy a contar algo muy divertido. Fue cuando empecé a desfilar en Nueva York, el primer año desfilé en el Museo de la Ciudad, que está en la Quinta Avenida, y el segundo desfilé en un hotel que era bastante cutre, pero coincidía con la Feria de los Perros. Y en aquel entonces solo había en la ciudad tres o cuatro hoteles que admitían perros, y ese era uno; entonces lo mío era una cosa de moda latina y, de repente, entraba un perro acompañado de cinco personas, y la mezcla de los latinos, la moda, los modelos, los perros, fue algo tan sensacional… Es un recuerdo maravilloso que tengo.
Sé que estás muy comprometida con el bienestar animal y que colaboras con una protectora de Ibiza, a la que incluso le has hecho el logo ¿no es así?
Siempre que me piden colaboro, lo que pasa es que me gustaría colaborar más. Alicia Koplowitz posee un terreno donde tiene mil perros. ¡Imagínate lo que es dar de comer a mil perros! Y pretendía que todos nos quedáramos con algunos, pero es que, de verdad, yo tengo dieciséis y llega un momento en que no puedo coger ya ningún perro más, porque los míos siempre están sueltos.
En el campo
Sí, pero todos sueltos. Y a veces hay peleas porque hay mucho macho.
Habrás tenido que esterilizar…
A alguna hembra he tenido que esterilizarla, sí. Lo que pasa es que me está dando miedo tener más perros, me da miedo tener más perros de los que tengo. Fíjate, pasé todo el confinamiento en compañía de mis animales. Fue un momento crucial. ¡Es que de pronto llega el Covid y qué pasa con los animales!
Y menos mal que pudiste estar con ellos
Sí, estuve con todos, con las gallinas, los caballos, las ovejas, los perros, con todos.
Debió de resultarte reparador pasar el confinamiento rodeada de todos ellos
Sí, absolutamente, pero cuando se acabó el Covid y me fui a Madrid y luego volví al campo a verlos, no te digo. Me quieren tanto que los perros me saltaron encima y me hicieron sangre.
¿Son recogidos?
Casi todos son recogidos, pero tengo miedo de recoger más. Además, cuando los quieres de verdad tampoco puedes tener muchos más, porque no podría tenerlos bien. Y encima es un gasto; yo gasto mucho más en veterinarios que en mis médicos. Los seguros médicos para animales, este sí que es un tema a tratar.
Hay seguros médicos
Sí, pero muy pocos. O la gente tiene muy poca información. Del mismo modo que yo voy a un hospital y no me cuesta nada, ya sea porque tengo un seguro privado o porque voy por la Seguridad Social, con los perros tienes una urgencia y te arruinas.
Pero ahora hay más seguros, el BBVA, La Caixa, Mafre, RAC…
Tengo bastante currado el tema, lo tengo muy currado. Por ejemplo, Perro J tenía un seguro de Mafre, Jimmy tiene un seguro, pero en general… Yo a veces veo a la gente en el hospital veterinario, y pienso ¡Dios bendito! ¿Cómo tendrán dinero para pagar esto?, porque te meten un palo… ¡Y encima para que se te muera el perro! Y ves a gente que no tiene dinero, porque la ves. Tendría que haber una Seguridad Social para perros y más seguros porque es una ruina y, además, no hay igualas, porque los veterinarios no te quieren hacer igualas.
Pero las cosas han mejorado mucho con respecto a unos años atrás, cada vez hay más seguros porque también hay muchos más perros
Eso será en Barcelona, porque seguros hay muy pocos, en este aspecto estamos aún en pañales.
El BBVA y Mafre…
Bueno, sí, pero no es fácil.
Claro que los seguros no te cubren todo, nunca
Y algunos no te cubren nada. Cuando vas a un hospital de perros te meten un palo que flipas. Creo que queda aún mucho por hacer en este sentido. Piensa lo bien cubierto que está el ser humano y lo mal cubiertos que están los animales. Todos.
Por qué tú, además de perros, tienes ovejas, gallinas…
Tengo hasta lombrices, con eso te lo digo todo. Es que me encantan los animales. Es lo que más me relaja. Me encanta dar de comer a las gallinas, me da un subidón. Casi desde que nací, tengo fotos con un año dando de comer a las gallinas.
Te gusta la vida del campo
La necesito, porque la vida de la ciudad me estresa muchísimo.
¿Vas a menudo al campo?
Sí, intento ir lo máximo que puedo. Mis hijos han salido super de campo, sobre todo Tristán. Ahora mismo está en el campo, con abejas, además de con todos los demás animales. Hacemos miel, que me encanta, porque me acuerdo que de pequeña siempre hacíamos miel.
¿Tus hermanos también tienen ese interés por el campo?
Bueno, tengo uno que es ingeniero agrónomo, otro que vive en el campo; en general sí. De todas maneras, lo mío era una obsesión… Yo es que soñaba, y pensaba: «¿Qué es lo que más me gustaría del mundo? Tener una casa con cincuenta perros», me decía. Luego me he dado cuenta de que no, que cincuenta son demasiados.
Bueno, pero se acerca bastante a tu sueño
Es una gozada pasear por el campo con todos tus perros, uno corre, el otro salta, es una maravilla.
Dime, ¿qué serías capaz de hacer por tus perros?
Todo. Absolutamente todo.
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