Increíble pero cierto. Om Narayan, un agricultor que vive en Chhindwara, en el estado de Madhya Pradesh, en la India, ha decidido hacer testamento y dejar la herencia a su segunda mujer, Champa, y a su perra Jacky. La herencia se compone de una casa de campo y un terreno de ocho hectáreas. «Son ellos los que siempre me han cuidado y me han soportado». Por el contrario, no puede decir lo mismo de sus cuatro hijos —dos que tuvo con la primera mujer y dos con la segunda—, con los que las disputas y discusiones son constantes. «Me han decepcionado, nunca se han preocupado por mí». Esta es la razón por la Om ha decidido no incluirlos en su testamento y apostar por los seres que están a su lado, y su perro es uno de ellos.
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