En su excelente libro La vanidad de la caballería, Stefano Malatesta dice a propósito de Los viajes de Gulliver de Jonathan Swift «que entre los nobles equinos y los brutales humanos existía un abismo, y la señal más evidente de esta diferencia física y moral era la marcha a cuatro patas de los caballos, mucho más potente, segura y digna que el tambaleante, afanoso y precario movimiento, accionado únicamente por las dos piernas, de los hombres». Esta descripción tan atinada podría atribuirse también a los perros, no solo porque, como los caballos, son animales de cuatro patas, sino —y cito de nuevo a Malatesta— porque como ellos «son incapaces de mentir, y cuyo comportamiento está forjado a base de delicados sentimientos y sabiduría del que carecen los hombres».

Todos los que apreciamos a los perros sabemos eso. Son éstas razones sobradas para que haya decidido emprender, con el apoyo de algunos amigos, esta apuesta entusiasta como es Togetherdogs: un espacio de información, de noticias curiosas e historias apasionantes, vídeos, entrevistas, viajes, encuentros y debates, y muchas cosas más que giran alrededor del mundo de los perros; y, por qué no, de algún que otro animal que se precie.

No todos a los que les gustan los perros tienen uno en su casa. Y no todos los que tienen perro se merecen tenerlo. Eso también lo sabemos. Sin embargo, es evidente que el perro es un animal doméstico y, como tal, ocupa un lugar en nuestra sociedad. Somos muchos quienes apreciamos su compañía y nos beneficiamos de ella.

En estos nuevos tiempos en que los perros tienen cada vez mayor presencia en nuestra sociedad, Togetherdogs quiere fomentar este vínculo entre perros y personas y aunar fuerzas para que nuestras ciudades apliquen políticas en materia de bienestar animal de las que no tengamos que avergonzarnos. Cuidar y respetar a los animales nos dignifica como seres humanos y, sin duda, es un requisito indispensable en una sociedad moderna y avanzada. Para ello, contamos con vuestra ayuda, y estoy segura de que juntos, lo conseguiremos.

Mónica Monteys