¿Qué cuidados necesita un perro mayor? Es preciso saber que lo más importante que debemos tener en cuenta a la hora de cuidar a nuestro perro, sea mayor o no, es la prevención. «No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy», reza el refrán. La prevención es el mejor modo que tenemos de afrontar la vejez de nuestro perro, porque es evidente que, con suerte, envejecerá, y puede que ya lo haya hecho, de modo que cómo mejor llegue a ella, mejor para él y para nosotros.
«Los perros viven menos, porque necesitan menos tiempo para aprender a amar», dice la máxima.
Todos queremos bien a nuestro animales y les damos mucho afecto y cariño, pero, como sabéis, eso no basta, porque el cariño solo no cubre las necesidades del animal. Es importante tenerlo en cuenta. Igual que nosotros, los humanos, a medida que el perro envejece va perdiendo facultades, juega menos, come menos, duerme más, y sus movimientos son más lentos y pausados.
Hoy en día, la esperanza de vida del perro ha aumentado muchísimo. Se considera que un perro entra en la vejez a partir de los diez años, y algo más cuando se trata de perros de pequeño tamaño. En la actualidad, son muchos los perros que alcanzan los quince años, algo que era bastante insólito tan solo unas décadas atrás. El perro más viejo del mundo se llama Bobi, y ha alcanzado los 30 años de edad. Para que podamos gozar mucho tiempo de la compañía de nuestro perro deberemos tener muy en cuenta los siguientes factores:
Los perros mayores suelen ingerir menor cantidad de comida que un perro joven, pero a veces están desganados y es preciso estimularlos para que no dejen de ingerir alimento. En ese caso, la mejor opción es prepararle un dieta casera, a base de pollo o pescado hervido, es decir una dieta blanda para que pueda masticar mejor y no cargar en exceso sus aparato digestivo. Evitar atiborrarlo de comida y el exceso de chuches, sea la suya o la nuestra. Solo irá en detrimento de su salud.
Los perros mayores tienden también a deshidratarse con facilidad, para prevenirlo podéis añadir un poco de agua a la comida, además de la suya propia, que nunca debe faltarle. También podéis darle pienso, pero aconsejamos un pienso natural, no industrializado, bajo en grasa, para que pueda digerirlo mejor. Y, por último, recomendamos también —sobre todo si es propenso a hacer las heces blandas, sea por la edad o el calor, etc.—, darle un poco de Kefir, que es un excelente prebiótico natural, y les encanta.
Como hemos dicho, el comportamiento del perro cambia por la edad. Si antes corría incansablemente por el monte o la playa, ahora, en su vejez, sus movimientos son más pausados. Eso significa que deberemos estar alerta para que no se agote. No hay que suprimir los paseos porque es un animal mayor, como hemos oído decir muchas veces. El perro debe moverse y ejercitar sus músculos y articulaciones, pero sus movimientos deben ser pausados y acordes a su edad para que luego no se resienta ni se canse. Y no estamos hablando solo de la actividad física, también de la mental. En sus paseos diarios, puede encontrarse con otros perros amigos e incluso jugar y olfatearse entre ellos. La estimulación mental es tan importante como la física.
Un perro de edad avanzada es muy importante que tenga una cama, no pase frío ni tampoco calor. Con frecuencia, el perro de edad suele padecer de artrosis, por ello es preciso que no le falten las comodidades. Una cama confortable, cálida y suave, será una bendición para sus articulaciones. Y para combatir el frío, una buena manta.
El perro es nuestro compañero de vida, no debemos olvidar eso.
En verano, es necesario que el perro disponga de una buena sombra y no le falte nunca agua. Eso es muy importante, porque una exposición prolongada al sol podría acabar en un golpe de calor, con consecuencias muy graves o letales para el animal. Ni que decir, que no debe dejarse NUNCA en el interior de un vehículo al sol, ni siquiera con las ventanas bajadas.
Un perro mayor puede tener varias patologías y convivir con ellas, desde problemas cardíacos, intestinales, cataratas, caída de los dientes, hasta sordera y anemia. Y muchas más. Y nosotros deberemos ir afrontándolas y acompañándolo del mejor modo posible para que no se sienta solo. Para ahorrarnos sustos y no correr riesgos, es aconsejable hacer controles periódicos al veterinario, es el mejor modo de tenerlo bajo control y de evitar problemas mayores.
El perro es nuestro compañero de vida, no debemos olvidar eso. Y cuando es mayor nos necesita más que antes. Lo somos todo para él. Somos su brújula, y nos ha dedicado su vida entera. Ahora es cuando hay que hacerle más caso y prestarle mayores cuidados y atenciones. Es muy importante estimular su mente, con juegos que le diviertan, o con ejercicios moderados que no dañen sus articulaciones. O estar en compañía de otros perros, amigos. Hay que hacerle sentir vivo. Nosotros podemos contribuir a que nuestros perro tenga una vejez feliz.
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