Los científicos italianos Domenico Gadaleta y Edoardo Carnesecchi.
Asociaciones animalistas internacionales, como Cruelty Free International, luchan desde hace ya muchos años por una investigación científica sin animales. Se han dado muchos pasos, pero lamentablemente estos aún no son suficientes. Hay que tener presente que, en el ámbito científico, la experimentación animal es imperativa por ley: antes que un fármaco pueda ser destinado al hombre es obligatorio que supere determinadas pruebas en animales. Hablamos de perros, caballos, ratones, vacas, cerdos, ovejas, reptiles, peces, pájaros, que pueden haber sido criados en granjas o capturados en la naturaleza.
Es evidente que una sociedad moderna debe ir encarada a erradicar la experimentación con animales. Científicos como Domenico Gadaleta, investigador en el Instituto Mario Negri di Milán, y Edoardo Carnesecchi, investigador en la universidad de Utrecht (Holanda), apuestan por el big data y la inteligencia artificial como una alternativa válida a la de torturar animales hasta la muerte.
Ambos obtuvieron el premio Lush en 2020, un prestigioso galardón que se otorga a aquellas iniciativas científicas que apuestan por acabar con la experimentación animal, sobre todo por lo que a la investigación toxicológica se refiere. El premio Lush es el fruto de una colaboración entre la conocida marca de cosmética y Ethical Consumer Research Association, y está dotado con 25o libras esterlinas. Los científicos italianos presentaron dos proyectos de modelos alternativos para valorar la toxicidad de determinados compuestos químicos.
Ambos científicos aseguran que sus investigaciones sin animales son «más eficaces, menos costosas y sobre todo más éticas».
El proyecto de DomenicoGadaleta está basado en la inteligencia artificial y simulaciones informáticas para prever el riesgo relacionado con determinadas sustancias químicas capaces de causar daños neurológicos. «La cantidad de sustancias a las que estamos potencialmente expuestos —explica el investigador— hace imposible, además de éticamente inaceptable, recurrir a la experimentación con animales para evaluar los riesgos potenciales. El uso de modelos computacionales ayuda a predecir el peligro que representan los productos químicos antes de que sean producidos y comercializados, con una clara ventaja en términos de seguridad de la población y ahorro de dinero».
También el proyecto de Edoardo Carnesecchi está vinculado a la evaluación de la toxicidad humana. Está trabajando en una plataforma web «in silico» para estudiar fenómenos químicos o biológicos que se reproducen en el ordenador a través de simulaciones matemáticas en lugar de en probetas o en vivo con animales. Esto permite a los investigadores evaluar la toxicidad de los productos químicos de una manera más eficiente, rápida, sostenible y ecológica.
«Según el último informe de las Naciones Unidas, se prevé que la producción mundial de productos químicos se duplique para 2030 —señala Carnesecchi—. Al mismo tiempo, los organismos de control y las industrias buscan alternativas más seguras a los químicos peligrosos, proceso que llamamos elreemplazo. Se precisa, por lo tanto, metodologías científicas y técnicas innovadoras para realizar los ensayos de toxicidad. En términos prácticos, podemos decir que es del todo imposible realizar pruebas toxicológicas in vivo para todas las sustancias químicas y sus posibles combinaciones presentes en el mundo real, porque sería infinito».
Indudablemente es necesario trabajar en esta dirección que, como parecen decirnos estos científicos, es más que posible, y abre las puertas a un futuro más ético y más digno en el campo de la experimentación científica.
Según fuentes del Parque Científico de Barcelona, seis de los 38 perros beagle que participen en la primera fase del estudio para probar un fármaco sobre la fibrosis hepática y la mielofibrosis no se sacrificarán y serán dados en adopción; sin embargo, la segunda fase del estudio requiere el sacrificio de los 32 perros restantes para poder hacer necropsia y analizar los tejidos. El sacrificio de los beagles se realizará en VIVOTECNIA, Madrid, el próximo mes de marzo.
«Según la normativa europea, antes de probar el tratamiento en humanos es imperativo hacer el estudio de toxicidad en dos especies de mamíferos. Y actualmente no se conoce ningún método alternativo al uso de estos animales que pueda sustituir la metodología de este tipo de investigación», han señalado los responsables ante la polémica que ha levantado el empleo de perros para la experimentación y su posterior sacrificio por parte, además, de un centro como Vivotecnia que fue cerrado temporalmente y suspendido de sus funciones por maltrato animal tras el vídeo que una testigo protegida —que se ha dado a conocer con el seudónimo de Carlota Saorsa— grabó en el interior de las instalaciones.
El vídeo muestra la casa de los horrores que es Vivotecnia, que no le basta con matar sino que se ensaña con el sufrimiento de los animales. Crueldad y torturas estaban a la orden del día, con comentarios burlescos y actitudes vejatorias por parte del personal antes de matarlos. Aquí os dejamos el enlace del vídeo (que Togetherdogs no ha querido reproducir por la dureza de la imágenes) https://www.youtube.com/watch?v=vAc3M_Wnf1Q.
Cruelty Free International, la ONG que lucha por acabar con la experimentación animal, ha sido la encargada de difundir este vídeo que ha conmocionado a la opinión pública. Por supuesto, el director de Vivotecnia, Andrés König, no ha hecho declaraciones al respecto. Resulta vergonzoso y es del todo condenable el ensañamiento con que Vivotecnia trata a los animales, torturándolos y cometiendo todo tipo de crueldades, dejándolos morir desangrados, sin cuidados paliativos, ni anestesia para evitar el dolor, tal como exige la legislación vigente. El vídeo los delata.
Y no solo eso, también nos resulta sorprendente que pese al horror divulgado por Cruelty Free International, la Universidad de Barcelona y otras muchas empresas contraten los servicios de Vivotecnia.
Dormir con nuestro perro nos da seguridad y protección.
Actualmente, es ya algo sabido que dormir con nuestro perro resulta beneficioso para nuestra salud. Así lo constatan diversas publicaciones en la que algunos científicos nos dan válidas y sobradas razones de por qué dormir con nuestro perro es saludable. A lo largo de las últimas décadas se han publicado numerosos artículos sobre la interacción entre perros y humanos; y la información sobre ella es, hoy en día, inabarcable. Eso no quiere decir que debamos dormir forzosamente con el animal y nos lo tomemos como una obligación, ni mucho menos, pero está bien saber que las personas que así lo deseen pueden hacerlo sin ningún tipo de reparos. De algún modo, los científicos apuestan por favorecer la interacción entre perros y humanos, por fortalecer el vínculo, eso es realmente lo saludable.
El perro segrega serotonina cuando está junto a nosotros.
De todas las razones que los científicos podrían darnos acerca de lo saludable que puede resultar dormir con nuestro perro, debemos tener en cuenta las cuatro principales:
● Nos sentimos más protegidos y seguros: dormir con nuestro perro nos proporciona seguridad, y, por ello, nos sentimos más protegidos junto a su compañía, que, sin duda, tiene un efecto calmante sobre nosotros y contribuye a reforzar nuestra tranquilidad. No importa cuál sea la raza de nuestro perro o su edad y tamaño, basta con su compañía, con su sola presencia para que nos sintamos protegidos.
● Reduce el estrés y la ansiedad: Es sabido que los perros segregan serotonina (la llamada hormona de la felicidad) cuando están cerca o en contacto con su dueño. Por lo que dormir a su lado resulta un auténtico relax y ayuda también a las personas que padecen de insomnio. La hormona responsable del estrés en los seres humanos se llama cortisol. Dormir con nuestro perro reduce notablemente los niveles de esta sustancia y, por lo tanto, proporciona un mejor descanso. La respiración del perro y su propio estado de relajación cuando se acuesta a nuestro lado, pueden ayudarnos a conciliar el sueño más rápidamente. Y no deja de ser, además, una manera de fortalecer el vínculo entre ambos.
● Reduce la presión arterial: un prestigioso artículo titulado Cardiovascular effects of human-petdog interactions pet dog interactions(«Efectos cardiovasculares de las interacciones entre humanos y perros») de Julia K. Vormbrock y John M. Grossberg, publicado en 1988 en Journal of Behavioral Medicine, constató una relación causa-efecto entre dormir junto a nuestro perro y la disminución de la presión arterial, siendo ésta un factor clave para relajarse y tomar el sueño. «Investigaciones recientes sobre las interacciones entre humanos y perros mostraron que hablar y acariciar a un perro baja la presión arterial (PA) de las personas», y por lo tanto el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.
● Mejora nuestro vínculo afectivo: Igual que en los seres humanos, dormir junto a alguien o en este caso, nuestro perro, es un acto muy íntimo que fortalece el vínculo afectivo de manera exponencial. Así se constata en este artículo A Multispecies Approach to Co-Sleeping («Un enfoque multiespecies para el colecho») de Bradley P. Smith, Peta. C. Hazelton, Kirrilly R. Thompson, Joshua L. Trigg, Hayley C. Etherton y Sarah L. Blunden. «Proponemos que el colecho humano-animal y adulto-niño se aborde como formas legítimas y socialmente relevantes de colecho, y recomendamos que el colecho se aborde ampliamente como una práctica social que involucra relaciones con humanos y otros animales». Se conoce por colecho, la practica de dormir con el niño en la misma cama, de ahí, por extensión, el término es válido también con animales.
Sin duda, no faltan razones para disfrutar del mayor tiempo posible en compañía de nuestro perro.
En los últimos días, a raíz del vídeo que grabó una testigo protegida y divulgó Cruelty Free International sobre el maltrato y los horrores a los que eran sometidos los animales en Vivotecnia (Madrid) (Togetherdogs no desea compartir este vídeo por la dureza extrema de las imágenes), razón por lo que el centro está imputado, ha desencadenado la indignación de numerosas personas, ya que es intolerable que se cometan estas atrocidades con los animales y que haya empresas españolas que después de la imputación de Vivotecnia sigan contratando los servicios de este detestable centro de investigación, puesto que no sólo experimentan con animales, sino que, como puede verse en el vídeo, además los maltratan y torturan de forma reiterada. Cruelty Free International aúna esfuerzos para acabar con esas casas de los horrores, en las que se convierten los laboratorios a puerta cerrada. El «No a la experimentación animal» es hoy en día un requisito indispensable.
NO, a a experimentación animal.
La organización Cruelty Free International fue fundada por la irlandesa Frances PowerCobbe en 1898. Conocida anteriormente como Unión británica para la abolición de la vivisección (BUAV), CFI es, en la actualidad, la principal organización sin ánimo de lucro que trabaja para erradicar los experimentos con animales a nivel mundial.
El objetivo de Cruelty Free International es poner fin a los experimentos con animales en todo el mundo, defendiendo una ciencia mejor, libre de crueldad.
Cada año se destinan cerca de 190 millones de animales a la investigación, animales que son sometidos a pruebas atroces en los laboratorios. Pese a que, en la actualidad, hay una mayor concienciación pública y métodos más humanos de experimentación sin animales, éstos siguen utilizándose para pruebas en laboratorios de todo el mundo.
A Michelle Thew, directora general de Cruelty Free International, le gusta remarcar que «los animales no tienen voz» y que las prácticas en los laboratorios se realizan a puerta cerrada, con animales que no pueden defenderse. Por eso, «es preciso que nosotros hablemos por ellos», señala.
La cosmética
La industria de la cosmética es uno de los sectores en los que más se experimenta con animales. Una de las muchas pruebas que se llevan a cabo en los laboratorios es la de gotear productos químicos en los ojos de los animales, o frotarlos en su piel, previamente rapada. Una vez finalizadas las pruebas, los animales son sacrificados. Son prácticas atroces, impropias de una sociedad moderna.
En algunos laboratorios, sin embargo, estas prácticas, empiezan a sustituirse por métodos alternativos sin animales, como el empleo de bacterias, tejidos y células humanas, piel humana artificial, o bien por sofisticados modelos informáticos que, sin duda, representan el futuro y deberían anunciar el fin de esos métodos tan crueles.
Marcas como Body Shop, Mark & Spencero Primark, ya forman parte del programaCruelty Free.
En 2003, la Unión Europea prohibió que se testarán cosméticos con animales. La primera fase se implantó en 2009; y la segunda, en 2013. Sin embargo, aún hay 10 años de prórroga, con lo cual hasta 2023 está permitido testar algunos productos en animales.
Las pruebas de toxicidad implican el envenenamiento de cobayas, conejos, ratas y ratones. En esas pruebas, los animales son obligados a inhalar dichos productos, forzados a ingerirlos, o bien se los inyecta para averiguar qué dosis los enferma o los mata. No se les alivia el dolor. Los animales sufren vómitos, convulsiones, hemorragias internas, daño en los órganos y, por último, mueren. Los que sobreviven son sacrificados al final del experimento.
«Estamos trabajando para poner fin a estas pruebas tanto por motivos morales como científicos», señalan en Cruelty Free International.
El camino hacia el futuro
Como hemos señalado, en la última década, se han producido avances significativos en la sustitución de pruebas alternativas frente a las realizadas con animales. Sin embargo, el problema radica en la falta de un enfoque conjunto para que las prácticas sin animales se acepten en todo el mundo, y sean avaladas y respaldadas por la inversión de los gobiernos en métodos científicamente sólidos sin que estos supongan ningún peligro para los animales.
Las pruebas de seguridad en animales son lentas, costosas e inhumanas, y generan resultados que no brindan lo que realmente necesitamos para proteger la salud humana y ecológica en el futuro.
La experimentación con animales va en contra de las expectativas y deseos de los ciudadanos. Además, nunca como en la actualidad hemos tenido medios tan potentes sin animales que son capaces de garantizar la seguridad y constituyen una gran oportunidad para revolucionar la protección humana y medioambiental.
Cruelty Free International pide a la Comisión Europea que:
● Proteja y refuerce la prohibición de los ensayos con animales para los cosméticos.
● Inicie un cambio legislativo que ampare la protección de los consumidores, los trabajadores y el medio ambiente con respecto a todos los ingredientes de los cosméticos sin testarlos en animales con ningún fin y en ningún momento.
● Transforme la normativa de la UE sobre productos químicos.
● Garantice la protección de la salud humana y del medio ambiente mediante la gestión de los productos químicos sin añadir nuevos requisitos de ensayos con animales.
● Se comprometa a presentar una propuesta legislativa que establezca una hoja de ruta para eliminar progresivamente todos los ensayos con animales en la UE antes del final de la actual legislatura.
En la actualidad hay muchas marcas que se han inclinado por crear productos éticos, sostenibles y sin crueldad animal, pero hay otras que optan por «fingir» que lo están haciendo.
Las marcas que no testan en animales utilizan el sello Cruelty Free (libre de crueldad animal) en los envoltorios de sus cosméticos. Sin embargo, existen ciertos «vacíos» o «ambigüedades» en la utilización de este concepto, puesto que no hay una definición legal sobre el término. En muchos casos, los ingredientes utilizados en un producto pueden proceder de un proveedor que testea en animales. Es decir, puede que la empresa no realice pruebas en animales, pero sí puede pagarle a un tercero para que las haga, y así, desvincularse de dicha responsabilidad.
También hay empresas que engañan a los clientes imprimiendo la palabra Cruelty Free en sus productos o envoltorios sin ninguna verificación. Cualquier empresa puede poner Cruelty Free en sus envoltorios o en su página web, puesto que es una buena estrategia de marketing. Y no es ilegal porque no está regularizado.
Cuáles son los sellos oficiales Cruelty Free
Los cuatro sellos oficiales Cruelty Free son los siguientes:
1. Beauty Without Bunnies (PETA). PETA creó el programa Beauty Without Bunnies para certificar a una empresa Cruelty Free. Para ello, ésta deberá presentar una declaración de garantía legalmente vinculada y firmada por el director ejecutivo. Esta declaración deberá justificar que ni la empresa ni los proveedores realizan, encargan, pagan o permiten cualquier prueba en animales de ingredientes, fórmulas o productos acabados en cualquier parte del mundo y que tampoco lo hará en el futuro.
2. Choose Cruelty Free (CCF). Este sello certifica que ni el producto final ni los ingredientes han sido testados en animales en ninguna etapa de su desarrollo, ni siquiera por terceros. Las prácticas Cruelty Free deben ser vigentes al menos 1 año.
3. Leaping Bunny. Un compromiso voluntario que las compañías de cosméticos, cuidado personal y productos para el hogar llevan a cabo con el fin de eliminar las pruebas en animales de todas las etapas en el desarrollo del producto. El resultado es un producto con garantía cien por cien libre de pruebas en animales. Todas las compañías de Leasing Bunny deben prestarse a auditorias independientes y los compromisos se renuevan anualmente.
4. ONG Te protejo. Toda empresa que quiera certificarse debe estar formalizada en su país, con al menos un año de antigüedad, tener los registros sanitarios correspondientes y un catálogo de productos vigente. Los ingredientes y productos terminados no deben ser testados en animales. Debe renovarse la información al menos cada 3 años.
Las aplicaciones móviles
Existen aplicaciones móviles para verificar las marcas que experimentan o no con animales en la creación del producto. Bunny Free es una buena aplicación. Basta con escanear el código de barras del producto en cuestión o bien buscar el nombre de la marca y la app mostrará el resultado de la búsqueda con la información pertinente. Se trata de una aplicación gratuita para Android e iOS, y lo mejor de todo es que se actualiza de forma regular. Hay otras también como Cruelty Cutter, ViveCrueltyFree o Happy Bunny.
Os invitamos a descargaros la aplicación que más os guste y a no comprar productos cosméticos ni de otra clase que hayan sido testados con animales, es un modo de manifestar vuestra desaprobación y de contribuir a las nuevas alternativas, más propias de una sociedad moderna y civilizada.
Según ha publicado Europa Press (26.1.22), la fotógrafa profesional Gaby Rodriguez, que reside en las Bahamas, decidió llevar a sus perros en barco. De modo que se dirigió a Freeport, en Gran Bahama, donde ella y sus dos perros subieron a bordo de una embarcación para dar un paseo por el mar. De pronto, los perros, que iban en la proa, vieron a unos delfines y, emocionados, empezaron a ladrarles, hasta que, presas de la impaciencia y el nerviosismo, decidieron arrojarse al agua, y nadar junto a los delfines, que, juguetones, los rodeaban con sus sinuosos movimientos. ¿Habéis visto alguna vez a perros nadando con delfines? Aquí lo tenéis. Precioso vídeo.
Es sabido que la amistad entre perros y delfines no es ninguna novedad, incluso se han hecho películas de la relación entre ambos animales. Tanto el perro como el delfín son animales empáticos, por lo que no es de extrañar si se sienten atraídos el uno por el otro. A continuación, os mostramos otro vídeo en donde podréis constatar la empatía de ambos.
Las imágenes pertenecen al premiado documental «Dolphins», realizado por MacGillivray Freeman Films, fundadores de la campaña One World One Ocean (Un mundo, un océano).
Es asombroso, ¿verdad? Uno no suele ver a menudo a perros nadando con delfines, y lo cierto es que es un auténtico espectáculo de empatía, donde se pone de manifiesto la extraordinaria capacidad que tienen ambas especies para compartir los juegos y la diversión.
Muchas son las razas de perros que habitan en nuestro planeta, y muchas son las que conocemos y con las que convivimos y compartimos nuestro día a día. Sin embargo, algunas de ellas, pese a su antigüedad y por ser propias de un país o territorio en concreto, son muy poco conocidas, razón por la que se las considera unas auténticas rarezas. Veamos cuáles son los perros más raros del mundo.
Affenpinscher
Se trata de una raza bastante antigua, pues ya aparece en algunas pinturas del siglo XVII, como es el caso de Durero y Van Eyck. Es originaria de Alemania y por su aspecto, parecido al mono, le viene el nombre. Sus verdaderos ancestros se desconocen, aunque se cree que proviene del pinscher o del schnauzer miniatura. Se trata de un perro de tamaño pequeño, de pelaje corto y de color negro. Su carácter es terco y obstinado, y, por ello, es un buen perro guardián.
Originaria de África, esta raza se remonta a la época de los egipcios, pues ha aparecido en algunas pinturas egipcias, en las que se le ve junto al faraón. Son perros que se empleaban para cazar. Su principal particularidad es que se trata de un animal que no ladra, sino que emite unos curiosos aullidos parecidos a un canto tirolés. Son perros muy independientes, desconfiados con los extraños y cariñosos con los suyos.
Raza originaria de Bedlington, pueblo minero en el condado de Northumberland, al noroeste de Inglaterra, donde, al principio, se lo utilizaba para cazar alimañas en las minas. Su aspecto es muy parecido al de una oveja. Se trata de un perro muy hábil para cazar tejones. Y como buen cazador necesita hacer mucho ejercicio y correr por el campo. De carácter intrépido y obstinado.
Se trata de una rareza, nunca mejor dicho, porque basta con verlo. Está considerado el perro más feo del mundo. Su principal característica es que no tiene pelo. Se desconocen sus orígenes, si bien se cree que los marineros chinos llevaron estos perros sin pelo (la mayoría de perros sin pelo son originarios de América Latina) a China. Sin embargo, en la actualidad, esta raza no se encuentra en China, por lo que se especula que fueron los británicos quienes se llevaron algunos ejemplares a su país. Se le llama crestado por la cresta que tiene en la cabeza. Existen dos variedades: sin pelo y con pelo.
Esta raza es originaria de Luisiana, Estados Unidos y se cree que se debe a diversos cruces entre mastines y otros perros europeos. Su principal particularidad es su pelaje moteado en colores rojizos, azulados y negros, que le proporciona un aspecto parecido al leopardo, de ahí su nombre. Estos perros fueron criados por los primeros colonos norteamericanos para que vigilaran el ganado. Está considerada una raza de trabajo.
Esta raza canina, originaria de Perú, es una de las más antiguas del mundo. Su imagen aparece en la iconografía de las culturas inca, moche, wari y chimú. Estuvo a punto de extinguirse, pero, en el año 2000, fue declarada parte del patrimonio nacional. En la actualidad habita en algunos lugares de ese país. Su principal característica es su falta de pelaje.
Un llamamiento en las redes sociales pide a la ciudadanía que se movilice para impedir que 38 cachorros de Beagle sean sacrificados el próximo día 24 de enero, tras experimentar con ellos.
Un cachorro de Beagle con el que experimenta el laboratorio Vivotecnia.
Para una de sus investigaciones, la Universidad de Barcelona contrató los servicios de los laboratorios Vivotecnia, que, el pasado mes de abril, fue suspendido temporalmente de sus actividades por maltrato y crueldad animal por la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad de la Comunidad de Madrid, tras salir a la luz un vídeo con imágenes escalofriantes difundido por la ONG Cruelty Free Internationalhttps://crueltyfreeinternational.org/
«Una ciencia libre de crueldad animal es posible», afirma Cruelty Free International que trabaja para que ello sea muy pronto una realidad.
Numerosas asociaciones, protectoras, santuarios y una legión de ciudadanos de Barcelona y de otras ciudades de España se han movilizado para condenar esa vulneración de la legislación sobre bienestar animal por parte del laboratorio y de la propia Universidad de Barcelona. A través de varias cuentas de Instagram, como @sin_experimentacion_animal o @lavacastyle, se hace un llamamientoa los ciudadanos con el fin de impedir el sacrificio de los cachorros Beagle que está previsto para el próximo 24 de enero.
Por este motivo, este sábado 22, a las 12.00 horas, la entidad ecologista PACMA, junto con Juventudes Socialistas de Cataluña y otras entidades a en contra del maltrato animal, han convocado una concentración en la plaza Sant Jaume de Barcelona para protestar por esta atrocidad.
PACMA explica que La Universidad de Barcelona, a través de la Fundación Parc Científic de esta ciudad, contrató el 10 de noviembre del pasado año los servicios del laboratorio Vivotecnia con el objetivo de experimentar con un nuevo fármaco antfibrótico en 38 perros beagle de apenas 8 meses de edad. Dicha investigación asciende a 255.648,80 euros y consiste en suministrar a los perros un fármaco para calcular la dosis letal para acabar con la vida de la mitad de ellos y, una vez finalizadas las pruebas, la otra mitad será sacrificada para practicar las necropsias, práctica que está prevista el próximo lunes 24 de enero.
El vídeo difundido por la ONG Cruelty Free International muestra imágenes de una crueldad atroz. Nuestro país debería avergonzarse por permitir semejantes atrocidades.
La Universidad de Barcelona sostiene que velará para que se cumpla con la legislación vigente en materia de experimentación animal y no tiene reparos en afirmar que «sólo se sacrificarán si no hay otra alternativa». Nos preguntamos qué significa en realidad «si no hay otra alternativa». Nos parece vergonzoso que dicha universidad haya contratado con dinero público los servicios de Vivotecnia, una empresa que ha sido denunciada y está suspendida temporalmente de sus funciones por maltrato animal. «Es imprescindible recordar que la inmensa mayoría de los resultados derivados de la experimentación animal no son extrapolables al ser humano y que existen alternativas éticas que no implican el inmenso sufrimiento de los animales víctimas de la experimentación. Urge que las administraciones inviertan y validen métodos alternativos para acabar con esta barbarie», señala PACMA en su página web.
Los perros son animales empáticos, eso lo sabe cualquiera. Perciben las emociones de los humanos.
Todo aquel que tiene un perro sabe que se trata de un animal que es capaz de percibir el estado de ánimo y las emociones de los humanos. Todos los perros son animales empáticos por naturaleza y tienen muy desarrolladas sus facultades sensoriales.
El profesor Clive Wynne, una eminencia en comportamiento canino.
Clive Wynne —el célebre etólogo británico australiano director del Canine Science Collaboratory de la Universidad de Arizona y autor de numerosos libros sobre la conducta canina— afirma que «La conexión emocional entre los humanos y los perros es la base de la relación. Los perros son animales sorprendentemente sociales y se contagian de nuestra calidez y alegría.»
«El perro es un ser vivo muy social que necesita compañía o, de lo contrario, sufrirá trastornos psicológicos», señala Wynne.
El contagio emocional
A lo largo de los últimos años, numerosos estudios han demostrado que entre los dueños y sus perros se produce un vínculo emocional que no sólo es capaz de detectar y comprender mutuamente las emociones sino de compartirlas. Y en gran medida, ese vínculo depende de la oxitocina, la llamada «hormona del amor», así como de la capacidad del perro para detectar cambios en el olor corporal de los humanos y de otros factores de carácter fisiológico. Los perros y sus dueños experimentan una emisión de oxitocina que genera confianza y generosidad.
La convivencia con un perro es muy enriquecedora para los humanos, especialmente para los niños.
«La emisión de oxitocina se produce por ambas partes, del perro al humano y del humano al perro. Es como un círculo vicioso», señala Larry Young, profesor de psiquiatría y director del Centro Silvio O. Conte de Oxitocina y Cognición Social de la Universidad Emory, en Atlanta (EE.UU.).
Si nos remontamos 15.000 años atrás aproximadamente, cuando los perros se domesticaron, ese contagio emocional fue un mecanismo de superviviencia, ya que, si los perros eran capaces de compartir las emociones con los humanos, en gran medida tenían su existencia garantizada, razón por la que se explica la cantidad de oxitocina que liberan durante las interacciones. Y cuanto más tiempo pasan los perros y los humanos interactuando, sin duda, el contagio emocional aumenta.
El factor sensorial
En el contagio emocional entre las personas y sus perros también interviene el factor sensorial. Según los expertos, los perros tienen una habilidad extraordinaria para captar las expresiones faciales y el lenguaje corporal de los humanos. Se ha demostrado que los perros son capaces de detectar seis emociones en el rostro de los humanos: enfado, miedo, felicidad, tristeza, sorpresa y disgusto.
Los perros son capaces de captar algunas expresiones de los humanos, como el miedo o la felicidad.
En un estudio publicado en 2018, en la revista Animal Cognition, los investigadores trabajaron con labradores y golden retriever a los que mostraron dos olores corporales humanos: miedo y alegría, olores que extrajeron de los sobacos de algunos hombres e introdujeron en un aerosol que luego esparcieron por una habitación, donde los perros podían moverse libremente en presencia de sus dueños y de extraños. Cuando se exponía a los perros al olor del «miedo», éstos mostraban mayor estrés y su ritmo cardíaco aumentaba que cuando se los exponía a olores de «alegría». Según Wynne: «Los perros experimentan emociones primarias, positivas como felicidad y excitación y negativas como miedo y ansiedad».
Un modo de fortalecer el vínculo
Compartir los cambios emocionales suele ser beneficioso porque nos ayuda a conectar a un nivel más profundo, y tiene un valor de supervivencia. «Si pensamos en nuestros ancestros, era una cuestión de vida o muerte que el perro pudiera alertar de algo para que el hombre pudiera actuar con celeridad. Se trata de un sistema de alarma de doble dirección y muy ventajoso para ambas especies», señala Wynne.
Compartir los sentimientos resulta beneficioso tanto para los perros como para los humanos. No cabe duda de que los perros son animales empáticos por naturaleza.
La empresa francesa Invoxia, especializada en la creación de GPS de distintos tipos, lanzará el próximo verano un collar inteligente para perros por un precio aproximado de 99 dólares. Ya se sabe, no es un collar barato, pero tiene una valiosa particularidad: es capaz de monitorizar las constantes vitales del perro, es decir, su frecuencia cardíaca y respiratoria en reposo.
El collar está forrado con una tela que puede extraerse fácilmente para lavarla.
Para su desarrollo, Invoxia ha trabajado en colaboración con expertos cardiólogos veterinarios y ha utilizado sensores de radar de muy pequeño tamaño, los mismos que se emplean para la fabricación de los teléfonos móviles Pixel 4 de Google.
Por sus prestaciones, el collar se asemeja al Apple Watch.
Amélie Caudron, directora ejecutiva de la compañía, explica que: «hay un radar en el collar que envía una señal de radio, sea cual sea el pelaje del animal. Por lo tanto, a través del radar se puede conocer la velocidad y el movimiento de la piel justo debajo del cuello».
El collar inteligente de Invoxia.
Cómo funciona
El dispositivo que lleva el collar introduce los movimientos detectados en un algoritmo que informa de la frecuencia cardíaca y respiratoria del animal. Para recoger estos datos, no es preciso ajustar demasiado el collar al cuello del perro. Esto es importante tenerlo en cuenta, no caigamos en el error de apretarlo demasiado pensando que, de lo contrario, no transmitirá la información.
Además de monitorear los signos vitales del animal, el collar inteligente de Invoxia dispone de un rastreador gps para poder saber dónde se encuentra el perro en todo momento. El dispositivo es compatible con Bluetooth, Wifi, GPS y LTE-M, y también cuenta con un timbre integrado y con alertas de escape.
El collar es capaz de rastrear la actividad diaria del animal: cuandocamina, corre, se rasca, come, bebe, ladra o descansa.
Este collar solo está disponible para perros de tamaño mediano a grande. Se trata de una cuestión de tecnología, ya que por el momento no es posible emplear radares más miniaturizados. Por ese motivo, el dispositivo sólo está pensado para perros y no para gatos, que son más pequeños.
Invoxia tiene previsto lanzarlo al mercado este próximo verano. Como hemos dicho, su precio estimado será de 99 euros, sin embargo para poder utilizar las funciones de GPS será preciso pagar una suscripción mensual de 12,99 dólares.
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