¿Cómo vivir con trece golden retrievers?

Es una insólita aventura vivir con trece golden retrievers. Collin Standon nos explica cómo sucedió y cómo es el día a día junto a ellos.
Aquí unos cuantos integrantes de esta familia de trece miembros. Instagram / @the_fluffy_fammily.

Tal cual suena, ¿cómo vivir en la misma casa con trece golden retrievers? Collin Standon, un joven de veintitrés años, tenía tres golden retrievers, Chloe, Sam y Emma. Su vida iba viento en popa hasta que Chloe y Sam tuvieron cachorros, nada menos que nueve. Entonces se presentó el dilema, ¿los damos en adopción o nos los quedamos? Y Collin optó por esto último. Y, además, para más inri, llegó a su vida Buddy, otro golden que su familia no podía hacerse cargo y que Collin decidió adoptar, porque como dijo: «A estas alturas, uno más o uno menos, ya no importa». ¡De modo que trece en total: Chloe, Emma, Sam, Buddy, y los cachorros: Rocky, Raider, Cowboy, Moose, Sunshine, Missy, Pumpkin, Angel y Callie.

Una familia feliz

Collin se ha hecho muy popular en Tik Tok, en su muy aclamada cuenta por cierto, (https://www.tiktok.com/@thefluffyfamily13), nos muestra una serie de vídeos, que va colgando habitualmente, a través de los cuales nos cuenta en qué consiste vivir con trece golden retrievers, todos en la misma casa. Desde el nacimiento hasta la actualidad, cuando los cachorros ya son jóvenes adultos, Collin no ha dejado de informarnos en redes acerca de esta maravillosa aventura que supone vivir con trece golden.

Alimentar a toda la pandilla es un trabajo costoso. Cada uno de sus adorados perros engullen 450 g de comida al día, lo que viene a ser aproximadamente 10 bolsas de 18/20 kilos al mes. También es costoso mantenerlos, porque los golden son perros que requieren muchos cuidados. No obstante, pese a ello y a lo que le supone también los largos paseos, Collin es feliz. Y cuando le preguntan cómo se lo monta con tanto perro, no se cansa de decir: «Sin duda, no se parece a nada a lo que uno pueda imaginarse; la felicidad es un eufemismo».

El doble de Snoopy

¿Conoces al doble de Snoopy? Se llama Bayley y vive en Estados Unidos. Su parecido es asombroso y gracias a él se ha hecho famoso.
Bayley (izquierda) junto a Snoopy (derecha)/INSTAGRAM / @Bayley. Sheepadoodle / El Periódico.

¿Lo conoces? Es Bayley, el doble de Snoopy, el popular perro de la tira cómica Peanuts de Charles Schulz. Bayley tiene dos años y es un scheepadoodle, una raza mini surgida de un cruce entre un caniche y un perro pastor inglés. Vive en Estados Unidos, y su fama ha traspasado fronteras en Instagram, pues ya cuenta con más de trescientos mil seguidores. Pese a que sus semejanzas con Snoopy son muchas, debemos decir que, en cuestión de carácter, Bayley no se parece demasiado al malhumorado Snoopy, al contrario, es un perro muy dulce y cariñoso, y tiene una debilidad: le encanta la crema batida y es adicto al Puppuccino, la bebida de Starbucks para perros sin teína ni cafeína, por supuesto. Debido al éxito del que goza, a estas alturas Bayley está muy acostumbrado a posar para los fotógrafos en campañas publicitarias; y lo cierto es que no le faltan.

¿Conoces al doble de Snoopy? Se llama Bayley y vive en Estados Unidos. Su parecido es asombroso y gracias a él se ha hecho famoso.
Bayley, el doble de Snoopy (Instagram).

El doble de Snoopy es un gran actor, no cabe duda. Su fama no es en balde. Y él lo sabe, saca partido de su popularidad, pues se ha ganado el afecto y el cariño de muchísima gente.

Los perros de Lauren Bacall y Humphrey Bogart

Los perros de Lauren Bacall y Humphrey Bogart ocuparon un lugar preponderante en sus vidas. De hecho, vivieron rodeados de ellos.
La pareja de actores, Humphrey Bogart y Lauren Bacall, en la película Tener y no tener.

Cuando en 1945 Lauren Bacall se casó con Humphrey Bogart, todo el mundo se preguntó qué tenían ambos en común, aparte de ser actores. Y parece ser que tenían más de lo que la gente creía. Ambos eran neoyorquinos, estaban enamorados de su profesión, les gustaba hablar de política y estar rodeados de amigos, pero sobre todo sentían debilidad por los perros. Antes de conocerse, cada uno ya había tenido varios; él, scotties, sealyham terriers e incluso un terranova; ella, cockers spaniels. Sin embargo, cuando se casaron, les regalaron un cachorro de bóxer como regalo de boda, al que le llamaron Harvey. El perro se convirtió en seguida en una de las principales razones de sus vidas. Ambos lo adoraban; y pronto llegaron dos bóxers más: George y Baby. De hecho, los perros de Lauren Bacall y Humphrey Bogart adquirieron una cierta fama, pues participaron en más de un anuncio o campaña publicitaria cuando se trataba de enaltecer las delicias de una vida en familia.

Los perros de Lauren Bacall y Humphrey Bogart ocuparon un lugar preponderante en sus vidas. De hecho, vivieron rodeados de ellos.
Humphrey Bogart y Lauren Bacall en compañía de su bóxer Harvey (Reuters).

Después de la muerte de Bogey (así llamaba la actriz a su esposo), Harvey le sobrevivió solo seis meses. Como cuenta Bacall: «Fui a verlo al veterinario y me despedí. Cinco minutos después de que hube llegado a casa, me dijeron que Harvey había comido su cena y había muerto».

No obstante, después de Harvey llegaron más y más perros, porque el amor de la actriz por los canes continuó hasta el final de su vida. En sus últimos años, se la podía ver paseando por las calles de Nueva York en compañía de Sophie, su adorada papillón, una raza pequeña tipo spaniel. La obsesión canina de Bacall fue más allá, porque la actriz le dejó en su legado nada menos que 10.000 dólares a su perrita.

A continuación os dejamos un divertido vídeo en que la actriz Glenn Close va a visitar a Lauren Bacall y su perra Sophie.

Los perros de Lauren Bacall y Humphrey Bogart gozaron casi de tanta fama y popularidad como ellos.

Los perros saben «leer» el aura de las personas

Está demostrado que los perros saben «leer» el aura de las personas, su capacidad multisensorial hace que perciban sensaciones extraordinarias
Está demostrado que los perros saben «leer» el aura de las personas ©Togetherdogs.

Ya lo sabemos, los perros son capaces de percibir muchas más cosas que los humanos. Además de su fino olfato, poseen una enorme sensibilidad. Y no sólo eso, sino que perciben la energía de la que estamos hechos y cómo la canalizamos; en realidad, detectan e interpretan nuestro centro energético, lo que se conoce como aura. Es realmente increíble.

Está demostrado que los perros saben «leer» el aura de las personas, su capacidad multisensorial hace que perciban sensaciones extraordinarias

Cada persona tiene su propia aura, que es distinta de la de cualquier otra. El aura de una persona contenta y alegre tiene un color distinto de otra que es negativa y apesadumbrada. Lo que queremos decir es que el aura puede ser de muy distintos colores en función de cómo es la persona. Y los perros perciben y reconocen esa energía y la «interpretan». Por eso, saben muy bien si se trata de una buena o mala persona, si es de fiar o no, si ellos son aceptados o no, etcétera. Si reconocen la bondad y el cariño, los perros se acercan, y si, por el contrario, lo que perciben es agresividad y violencia, darán un paso atrás y retrocederán temerosos o mostrarán sus dientes en señal de defensa.

Está demostrado que los perros saben «leer» el aura de las personas, su capacidad multisensorial hace que perciban sensaciones extraordinarias

El comportamiento canino en relación con los humanos está determinado por esas sensaciones energéticas que ellos perciben en nuestra aura. Pero ¿qué es el aura en realidad? Se trata de una emanación de color que rodea nuestro cuerpo, así como el de cualquier animal, y que es invisible para el ojo humano, si bien algunos chamanes aseguran poder verla.

Está demostrado que los perros saben «leer» el aura de las personas, su capacidad multisensorial hace que perciban sensaciones extraordinarias

Evidentemente, los perros no son chamanes, pero tienen una capacidad multisensorial extraordinaria. Saben e intuyen muchas cosas, por ejemplo, cuándo estás volviendo a casa o cuáles son tus intenciones inmediatas, o bien adivinan si estás a punto de salir por la puerta o si estás contento, o triste y abatido, e incluso perciben la muerte. ¡Cómo no van a leer el «aura» de las personas! Para ellos el aura es un código que descifran fácilmente y les da mucha información acerca de cómo somos y cómo estamos; mientras que nosotros ni siquiera sabemos que ellos saben percibir nuestra capacidades energéticas. Increíble pero cierto.

Las algas verdeazuladas son muy peligrosas para los perros

Las algas verdeazuladas son muy peligrosas para los perros. Son altamente tóxicas, por lo que es preciso que se bañen en aguas verdes.
Las algas verdeazuladas son muy peligrosas para los perros.

Indudablemente, las algas verdeazuladas son muy peligrosas para los perros. O mejor dicho, las cianobacterias de agua dulce como así se llaman. Estos organismos acuáticos son muy tóxicos, tanto para los humanos como para los animales. Y en el caso de los perros aún más, porque son muy propensos a nadar en estanques, embalses y canales.

En los últimos años, debido al cambio climático y, como consecuencia de la subida de la temperatura, hay mayores concentraciones de cianobacterias en la superficie del agua. Eso es fácilmente reconocible porque el agua adquiere distintas tonalidades de verde con una espuma de igual color, aunque no siempre se aprecia espuma en la superficie porque las algas pueden estar en el fondo acuático.

Las algas verdeazuladas son muy peligrosas para los perros. Son altamente tóxicas, por lo que es preciso que se bañen en aguas verdes.
Las cianobacterias son altamente tóxicas para los perros.

Los perros se arrojan al agua y nadan, y pueden beber agua o lamerse su pelaje mojado al salir. O incluso mojarse las patas sin haber entrado en el agua y luego lamérselas. Basta con eso. En el momento en que el perro ingiere las cianobacterias, es decir, se contamina, en poco tiempo experimentará una serie de síntomas: vómitos, diarreas, desorientación, sangre en las heces, convulsiones, un fallo hepático e incluso la muerte. Se sabe que un cócker spaniel murió después de nadar en un lago de Hampshire, en Inglaterra. Y lo peor de todo, no existe un antídoto capaz de neutralizar las toxinas de las cianobacterias. En Málaga, por ejemplo, el gobierno ha prohibido el acceso al pantano de La Concepción por la intoxicación y fallecimiento de varios perros.

Basta con que el perro beba agua, se lama el pelaje o se moje solo las patas para contaminarse.

¿Cómo evitarlo?

Como en el caso de las procesionarias, hay que estar siempre alerta y no bajar la guardia. Si paseamos con nuestro perro y pasamos por un embalse, canal o pantano, lo primero que debemos hacer es atar al animal, sobre todo si vemos algas y espuma verde en las aguas. En el caso de que el perro se arroje al agua, lavar bien su pelaje con agua limpia y secarlo luego con una toalla. No obstante, si observamos que el perro presenta uno de los síntomas que hemos mencionado, es muy importante acudir al veterinario con urgencia e informarle de la posible contaminación de cianobacterias. No dudéis ni os demoréis, porque vuestra duda o demora puede costarle la vida a vuestro perro. Mucha gente no lo sabe, por eso nos gusta hacer hincapié en que las algas verdeazuladas son muy peligrosas para los perros. Es preciso evitarlas a toda costa.

Frase de Kant

«Podemos juzgar el corazón de un hombre según trata a los animales».

Inmanuel Kant. Filósofo

Los corgis de la reina Isabel II

La reina Isabel II siempre estuvo rodeada de perros. Pero sus preferidos fueron los corgis. Adoraba su compañía y fueron inseparables.
La reina Isabel II sentada en el suelo en compañía de sus corgis, con motivo del Royal Windsor Horse Show, el 12 de mayo de 1973. © PA Wire via ZUMA Press. Archivo ABC.

Si hay algo que se sabe con certeza de la reina Isabel II es que era una gran amante de los animales, sobre todo de los caballos y los perros. De los primeros llegó a criar y tener en sus establos los mejores purasangres del mundo. En cuanto a los perros, sus preferidos eran los corgis, una raza muy antigua de Gran Bretaña, de pequeño tamaño, que se utilizaba para el pastoreo. La reina sentía pasión por ella, y se dice que llegó a tener más de una treintena de perros de esta raza, razón por la que la princesa Diana de Gales llegó a decir que los perros en palacio eran como «alfombras andantes». De modo que los corgis de la reina Isabel II se convirtieron en los animales más preciados de palacio.

El primer corgi que tuvo la reina se lo regaló su padre cuando cumplió dieciocho años. Se llamaba Susan y tal era el cariño que sentía la soberana por ella que se la llevó de luna de miel cuando se casó con Felipe de Edimburgo a los veintiún años. De Susan, descenderían luego todos los corgis reales, hasta Willow, que falleció en 2018, si bien aún hubo un último corgi, Vulcan, aunque no descendía de la línea real de Susan. Entre las apariciones públicas de Willow cabe destacar su famosa participación en un anuncio que protagonizó la monarca con James Bond (Daniel Craig) y que se grabó en 2012 con motivo de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Londres.

La reina Isabel II siempre estuvo rodeada de perros. Pero sus preferidos fueron los corgis. Adoraba su compañía y fueron inseparables.
La reina escoltada por sus perros y el actor Daniel Craig en la campaña de los Juegos Olímpicos de Londres en 2012.

Después de la muerte de Willow, la reina dejó de criar corgis, se dice que porque no deseaba que ninguno de estos animales la sobreviviese. Pero si bien siguió siempre en compañía de otros perros, entre ellos un dorgy (resultado de una relación ilícita entre Tiny, una corgi de la reina, y Pipkin, el perro salchicha de su hermana Margarita) y Lissy, una cocker spaniel, no mantuvo esta promesa, puesto que su hijo, el príncipe Andrés, conociendo su afición por los corgis, le regaló dos, Muick y Sandy. En cierta ocasión el diario The Sun comentó: «Es impensable que la reina no tenga corgis; es como si la torre de Londres no tuviera cuervos».

La reina paseando con uno de sus perros. © David Hartley/Shutterstock.

Todos los miembros de la corona británica tienen perros, y son tan importantes en su vida cotidiana que los perros son un buen motivo de conversación entre ellos. Pero los corgis han ocupado un lugar preponderante en la realeza británica. Los de la reina Isabel II fueron muchos, y ella les tenía auténtica devoción.

La cala Belladona, otra playa para perros

La cala Belladona, otra playa para perros entre Sant Antoni de Calonge y Platja d´Aro. Un hermoso paraje en el Baix Empordà.
La cala Belladona, otra playa para perros en Cataluña.

Estamos de suerte, la maravillosa cala Belladona, una playa ubicada entre Sant Antoni de Calonge y Platja d´Aro, en la comarca catalana del Baix Empordà, es, desde el día 3 de abril, una playa para perros. Los dos municipios de han puesto de acuerdo para que así sea. Los equipos de gobierno de ambas poblaciones han afirmado que esta iniciativa responde a las demandas tanto de los dueños como de los visitantes con perros que forzosamente tenían que desplazarse a otros municipios para poder ir a la playa con sus animales.

A diferencia de otras playas, como la de Gavà, por ejemplo —que resulta muy incómodo ir dadas las condiciones y restricciones que aplican para poder entrar en ella con tu perro—, esta preciosa cala no tiene restricciones de fechas ni de horarios. Se trata de un espacio de 2.500 m2, al que se puede acceder tanto por la vía verde de la carretera c-253, que une Sant Antoni con Platja d´Aro, como por el camino de ronda.

La cala Belladona, otra playa para perros entre Sant Antoni de Calonge y Platja d´Aro. Un hermoso paraje en el Baix Empordà.
A la cala Belladona se puede acceder fácilmente por el camino de ronda.

Jenny Xufré, la regidora de Turismo de Platja d´Aro ha dicho: «Es un paraíso para los perros, donde pueden correr y jugar libremente sin peligro alguno, porque no hay ninguna carretera cerca». El vicealcalde de Calonge y Sant Antoni, Arturo Prades ha señalado que tener una playa para mascotas «era una necesidad». 

Ah, nos olvidábamos: En este precioso paraje, además, habrá un chiringuito para satisfacer las necesidades de los animales, además de una ducha, una fuente y un espacio de juegos.

Desde Togetherdogs aplaudimos iniciativas como ésta y felicitamos a los políticos que las hacen posibles (véase https://togetherdogs.com/las-mejores-playas-de-espana-para-ir-con-tu-perro/)

La rata que no envejece abre una vía a la investigación contra el cáncer

La rata topo desnuda no envejece y no siente determinados tipos de dolor, razones que han despertado el interés de los científicos del mundo.
La rata topo desnuda es un animal muy peculiar que ha despertado la curiosidad de la comunidad científica internacional.

La rata topo desnuda (Heterocephalus glaber), este es su nombre, es un roedor arrugado, lampiño y con grandes dientes. Se trata del único mamífero que tiene sangre fría. Vive en África, y pese a su minúsculo tamaño —entre 7,6 y 33 cm—, la rata topo desnuda vive un promedio de 30 años. Se trata de un roedor que es inmune al envejecimiento y a determinados tipos de dolor, lo que ha despertado el interés de los científicos del mundo entero. Como hemos dicho no tiene pelo, pero sí una capa protectora bajo la piel, capaz de regular su temperatura corporal.

La rata topo desnuda no envejece y no siente determinados tipos de dolor, razones que han despertado el interés de los científicos del mundo.
Una rata topo desnuda comiendo.

Como las abejas y las hormigas, la rata topo desnuda vive en colonias, encabezadas por una reina, que es el único individuo fértil, mientras que el resto de hembras tiene el sistema reproductor inhabilitado. En la colonia suele haber dos o tres machos que se reproducen con la reina. Sin embargo, si esta muere, otra hembra la suplantará para dar continuidad a la colonia. Habitan en madrigueras subterráneas, compuestas por infinidad de túneles que cavan con sus prominentes incisivos. En ellas suelen vivir entre 30 y 300 individuos, que, salvo la reina, se dedican a cavar túneles y a conseguir comida; algunos cuidan a la reina y las crías mientras otros defienden los túneles de los posibles depredadores, como zorros o serpientes.

La rata topo desnuda no envejece y no siente determinados tipos de dolor, razones que han despertado el interés de los científicos del mundo.
La reina con sus crías en la madriguera.

Una de las particularidades de este mamífero es que su cerebro puede sobrevivir sin oxigeno cerca de 20 minutos a diferencia del cerebro humano que empieza a morir a partir de un minuto. Y eso se debe que en lugar de consumir glucosa como fuente de energía consume fructosa, al igual que las plantas.

Objeto de investigación contra el cáncer

La rata topo desnuda no envejece, razón por la que se dice de ella que posee el secreto de la eterna juventud. Según diversos estudios, parece ser que el motivo de no envejecer se debe a su lento metabolismo. No obstante, el hecho de que no envejezca no significa que sea inmortal. Sus principales enemigos son los depredadores y las enfermedades pero no, en cambio, los tumores, ante los que este animal ha desarrollado una elevada resistencia a crearlos. Su gen p16 impide que sus células se dividan, al menos por lo que respecta a los individuos que viven en estado salvaje. No sucede exactamente lo mismo en los animales que han sido criados en cautividad, por consumir una mayor cantidad de oxígeno.

Los perros detectan quién es de fiar y quién no

Parece que es cierto, los perros detectan quién es de fiar y quién no, así lo avalan algunos estudios y experimentos. Toda una proeza.
© Togetherdogs.

En más de una ocasión hemos oído frases cómo: «Mi perro sabe quién es buena persona y quién no» o «si mi perro le gruñe a alguien es que no es una persona de fiar». No nos atreveríamos a decir que eso siempre es cierto, pero también que raramente el perro se equivoca. Siempre se ha dicho que los perros tienen un sexto sentido (véase el artículo ¿Los perros tienen un sexto sentido?) y que son capaces de detectar si tienen ante ellos una buena o una mala persona. Aunque uno alberga sus dudas de si los perros entienden los conceptos del bien y del mal, lo cierto es que diversas investigaciones al respecto han demostrado que los perros saben discernir entre una persona con buenas intenciones de la que no las tiene, lo mismo de aquella que les engaña de la que no.

Parece que es cierto, los perros detectan quién es de fiar y quién no, así lo avalan algunos estudios y experimentos. Toda una proeza.

Akiko Takaoka, experto en comportamiento canino de la Universidad de Kioto, en Japón, llevó a cabo un experimento que demostró que los perros solo se valen de la información que les brindan aquellas personas que han mantenido un comportamiento empático con ellos y que les ha transmitido confianza.

El experimento consiste, en una primera fase, en poner dos contenedores uno con comida y otro no. Se le indica entonces al perro aquel que tiene comida para que él pueda acceder a ella; en la segunda fase se le indica el contenedor que no tiene comida, y, por lo tanto, el perro no la obtiene; y en la tercera fase, se le indica uno de los dos contenedores indistintamente, pero el perro, desconfiado, elige el otro. Y no solo eso. De pronto, entra en la estancia otra persona, desconocida para el animal, que señala uno de los contenedores, y el perro vuelve a confiar de nuevo. Lo que demuestra que el animal solo desconfía de aquellas personas que le han engañado.

Parece que es cierto, los perros detectan quién es de fiar y quién no, así lo avalan algunos estudios y experimentos. Toda una proeza.

Pero, ¿qué detectan los perros en los humanos?, ¿con cuáles son receptivos y con cuáles no? Un estudio publicado en la revista Science Direct pone en evidencia que pueden detectar a una buena persona de una que no lo es. Este estudio se centró en los dueños de los perros, los cuales tenían que abrir un contenedor que no podían hacerlo solos; entonces pedían ayuda a tres personas —en ese caso todos investigadores del estudio—, y estos se comportaban de tres maneras distintas: 1) ayudaban al dueño del perro; 2) se mostraban indiferentes y no actuaban; 3) decían que no iban a prestarle ayuda. Y todo eso ante la mirada del perro.

En la siguiente fase, los investigadores a los que se les había pedido ayuda interactuaban con los animales. Y éstos eran mucho más empáticos a la hora de tratar con quienes habían ayudado a sus dueños, o incluso con los que se habían mostrado pasivos, pero no, en cambio, con aquellos que se habían negado a prestarles ayuda. El estudio demuestra que los perros no tenían porque ser receptivos con aquellas personas que se negaron a prestar ayuda a su dueño.

Parece que es cierto, los perros detectan quién es de fiar y quién no, así lo avalan algunos estudios y experimentos. Toda una proeza.

Además de estos interesantes experimentos, los perros se guían por el olor, y hay olores que no les gustan. No todos los humanos olemos igual, es decir, ¿pueden los perros detectar por el olor a las personas que no son de fiar?, ¿las que desprenden malas intenciones? Parece ser que sí. Y ahora volvemos al principio, si no es así, ¿por qué mi perro gruñe entonces a determinadas personas y a otras les mueve la cola? ¿Por qué retrocede ante alguien y le muestra los dientes y ante otras se contonea y les lame de puro contento? No creemos que sea por nada.

 

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