El perro lobo checoslovaco
agosto, 2021 - Togetherdogs
El perro lobo checoslovaco es un perro de tamaño mediano. El macho suele pesar 26 kg, con una altura de cruz de 65 cm.

Su nombre científico es canis lupus familiaris. Si bien su semejanza con el lobo es considerable, no se trata de un lobo domesticado. De hecho, es una raza relativamente reciente. Fue el coronel Karel Hartl que, a mediados de la década de los cincuenta, decidió crear una raza que fuera lo más parecida posible al lobo. Para ello cruzó cuarenta y ocho ejemplares de pastor alemán con varios lobos euroasiáticos. Los primeros cruces no fueron satisfactorios. Pero Hartl no se desanimó y, junto con la colaboración de los criadores eslovacos, sobre todo del mayor Frank Rosik, prosiguió con la crianza y selección de estos perros. En 1982, debido a la propuesta de los clubes criadores de la antigua Checoslovaquia, se reconoció al perro lobo checoslovaco como raza nacional. Sin embargo, no fue hasta 1999 cuando la FCI (Federación Cinológica Internacional) reconoció oficialmente esta raza.

Su parecido con el lobo es tal que a veces cuesta distinguir el uno del otro.

Se trata de un perro enérgico y resistente, desconfiado, y no fácil de domesticar. Su inteligencia requiere de estimulación mental a diario. También necesita hacer actividad física, mucho ejercicio y correr en entornos naturales. Como el lobo, no es un perro sociable, y sí muy independiente.

El perro lobo checoslovaco posee un gran nivel de energía, superior al del pastor alemán, por lo que necesita hacer mucho ejercicio físico para liberarla. 

Se trata de un animal que si no tiene sus necesidades cubiertas puede desarrollar problemas de conducta. Y ésta es precisamente una de las razones por la que se lo abandona. No estamos diciendo que sea un perro problemático, de hecho, no está considerado de raza peligrosa; sin embargo, es preciso satisfacer sus necesidades físicas y cognitivas para que pueda desarrollarse correctamente. En realidad, eso es lo que necesita cualquier perro, pero esta raza en mayor medida.

Son perros que precisan estar en constante contacto con la naturaleza, a ser posible vivir en parajes fríos, alejados de entornos urbanos y calurosos.

Se trata de una raza que necesita estar en contacto permanente con la naturaleza y hacer mucho ejercicio para que pueda desarrollarse adecuadamente.

De modo que quien desee adquirir un perro lobo checoslovaco debe ser consciente de todas estas particularidades y estar seguro de que podrá educarlo y afrontar este reto que, si bien puede darle muchas satisfacciones a corto plazo, será arduo al principio desde el punto de vista físico, ya que este perro requiere sociabilización desde la más tierna edad, no solo con las personas sino también con los otros perros. Un perro de este tipo está más pensado para la vida en el campo y para personas que estén bien formadas o asesoradas sobre educación canina.

Los perros no son una moda

En Europa, el perro lobo checoslovaco goza de una gran popularidad, es una raza bastante asentada, de la que se estima una población de 15.000 perros en cuarenta y cuatro países. Sin embargo, en España, pese a que no goza de la misma popularidad que en algunos países europeos, debido en gran parte a la dificultad que entraña su adiestramiento, empieza a dejarse notar.

Dos cachorros de perro lobo checoslovaco.

Últimamente, estos perros están de moda. Basta que una película, una serie o cualquier otra circunstancia, como que un famoso pasee con un perro lobo checoslovaco por la calle, para que esta raza se convierta de inmediato en el centro de atención de todas las miradas. La película Alpha o la famosa serie Juego de tronos han puesto de moda al perro lobo checoslovaco, un animal que, por su resistencia e inteligencia, comienza a utilizarse ya en el norte de España en labores de rescate y protección civil.

No hay que dejarse llevar por las modas. Los perros no son una moda. Un perro lobo checoslovaco no es un perro urbano, ni de parque, ni menos aún de paseos cortos por la ciudad. A la hora de adquirir un perro hay que pensar en el perro y no en lo que nos gusta a nosotros. Si no podemos satisfacer sus condiciones de vida y garantizarle la felicidad, mejor optar por otra raza, que no faltan.

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