Roxy es una perra staffordshire bull terrier de cinco años que, tras ser abandonada por sus propietarios en el condado de Somerset, Inglaterra, ha acabado protegiendo nada más y nada menos que a la familia real británica. Veamos cuál es su historia.
En 2017, Roxy fue abandonada por sus dueños y, al poco, rescatada por la RDPCA (Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals) que la entregó a la protectora West Hatch Animal Center, en Somerset. Sin duda, a partir de aquel día empezó para Roxy una nueva vida, una vida de adiestramiento y esfuerzo para alcanzar un importante objetivo: convertirse en un perro policía.
Tras su rescate, Roxy estuvo en la comisaría de policía de Avon y Somerset, donde recibió un duro entrenamiento y aprendió a identificar los olores; más tarde fue trasladada a la unidad especializada de Hampshire, donde estuvo dos años junto a la agente de policía Camilla Carter que, aún hoy, trabaja con Roxy velando por la seguridad pública. Roxy es el único perro staffordshire bull terrier que trabaja en la detección de explosivos del Reino Unido.
Camilla Carter y Roxy se han convertido en una auténtica institución en el cuerpo de policía. De hecho, su tarea consiste en buscar paquetes sospechosos y olfatear los lugares antes de que éstos reciban las visitas reales. Una de las misiones de Roxy es proteger a la familia real buscando explosivos en aquellos actos públicos donde participa cualquier miembro de la realeza británica. Una de sus últimas tareas ha sido la de proteger el funeral del príncipe Felipe de Edimburgo.
«Roxy es una estrella, inteligente, sistemática y meticulosa. Para ella todo es un juego, y le encanta trabajar. Y yo adoro trabajar con ella, es mi compañera de equipo y nos protegemos mutuamente. Estoy convencida de que Roxy ha nacido para desempeñar este trabajo.», declara la agente Carter.
Cuando se habla de un perro policía, la gente piensa en un pastor alemán o un labrador, pero en realidad muchos perros staffordshire bull terrier son adiestrados para luchar contra el crimen y velar por la seguridad ciudadana. «Lamentablemente los staffordshire tienen una pésima reputación, pero como cualquier otro perro, con la educación adecuada y el cariño pueden convertirse en animales domésticos muy afectuosos, como es el caso de Roxy», explica Samantha Gaines, responsable del bienestar de los perros de RSPCA.
Suscríbete a nuestra newsletter, es gratuita.