En Linarejos, una localidad del municipio de Manzanal de Arriba, en Zamora, Carlitos, un ciervo de ocho años y cornamenta de catorce puntas ha sido abatido de forma cruel por orden de la Junta de Castilla y León. Esta es la historia: En 2015, una cría de ciervo y su madre aparecieron por primera vez en el pueblo en busca de comida. Al poco tiempo, la cría, a la que apodaron Carlitos, apareció sola, seguramente porque la madre murió a manos de un cazador o fue atacada por un lobo. Carlitos se convirtió enseguida en un animal muy querido por los diez vecinos que viven en el pueblo, al que le daban fruta. Durante los primeros días de septiembre, unas patrullas de Medioambiente de la Junta de Castilla y León aparecieron en el pueblo en busca del ciervo con el fin de abatirlo, alegando que era un animal peligroso.
Los vecinos se movilizaron de inmediato para impedir que mataran a Carlitos, un animal del todo inofensivo y que se había ganado la confianza y el cariño de toda la localidad. De modo que iniciaron una campaña para salvar a Carlitos, y consiguieron 54.000 firmas en Internet, lo que no es poco. También ecologistas, organizaciones y asociaciones en defensa de los animales manifestaron su contrariedad a ese acto tan cruel. Ecologistas en Acción presentó un escrito a la Junta de Castilla y León para solicitar el indulto del animal.
Sin embargo, todo resultó en balde. El pasado 12 de septiembre apareció el cadáver de Carlitos, poco después de que los vecinos vieran dos vehículos de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León merodeando por la zona. El cadáver del ciervo apareció en Ramisqueo, cerca de Linarejos, un paraje próximo a la Sierra de la Culebra, así lo contó Pilar Devesa, una vecina del pueblo. El animal había sido mutilado, le faltaban la cornamenta, una de sus patas traseras y parte de su cabeza. Según Devesa, el hecho de que lo mutilaran fue para que ningún vecino pudiera reconocerlo, ya que Carlitos tenía una marca en la pata amputada, pero, aunque le faltaba esa pata, todos los vecinos aseguran que el ciervo abatido era Carlitos, porque ellos lo identificaron por otra marca que tenía en una oreja, y esa no había sido cortada.
Linarejos llora la muerte de Carlitos
Ni la gente de Linarejos, ni las asociaciones animalistas ni Ecologistas en Acción han podido salvar la vida a ese magnífico animal. ¡Qué vergüenza!, ¡qué rabia!, ¡qué impotencia! Y para colmo, el cobarde que lo abatió quitó la bala de su cuerpo para que no se pudiera identificar el rifle. «Es lamentable que se haya abatido a Carlitos pese a la movilización que ha habido en toda España para salvar su vida», señala Julio Fernández , coordinador de Ecologistas en Acción.
José Ángel Arranz, director general de Patrimonio Natural de la Junta de Castilla y León, asegura que «el ciervo abatido no es Carlitos, pues así lo corroboran los agentes forestales de la zona.»
Carlitos sigue sin aparecer. Y todo el pueblo sabe que mienten.
«Está dentro del cupo de caza previsto, en una zona de caza alejada del pueblo, donde la actividad cinegética está permitida. La actividad es conforme a la legalidad. El hecho de que haya aparecido allí el cuerpo de un ciervo es perfectamente conforme a la legalidad», señaló la delegada territorial de la Junta en Zamora, Leticia García. Pero, no es una cuestión de que sea legal o no, puede que sea legal matar pero, encima, con ensañamiento, pues el cadáver apareció mutilado y abandonado a su suerte. Nos sorprende mucho que las 54.000 mil firmas que el pueblo reunió para que no se abatiera a un animal que jamás causó daño alguno y las movilizaciones que ha habido para impedirlo no les hayan hecho recapitular lo más mínimo. No es una cuestión de legalidad sino de decencia y altura de miras, porque lo que han hecho es indecente.
«Salir al monte a pegar tiros a los animales que viven en su hábitat debería ser ilegal, eso sí debería ser ilegal, señora García.»
Se ha matado porque sí, por el hecho de matar, por divertimento. ¿Cuál es la razón? Es lamentable que todavía haya gente así en nuestro país y que, encima, se la vote. Da igual si es legal o no, no es esa la cuestión, sino saber empatizar con un pueblo que había «adoptado» al animal y lo recibía con los brazos abiertos, saber empatizar con una causa por la que debería empatizar el país entero. La Junta de Castilla y León abate a tiros a Carlitos. Esa es la verdad.
A la periodista Julia Otero le ha faltado tiempo para condenar esta salvajada. «Qué asco de seres humanos, el ser humano que ha hecho eso me produce asco, le vomitaría. Cómo es posible que haya gente así» y los califica de «miserables» y «cobardes» por haberse llevado la bala para que no les identifiquen. Aquí os dejamos el audio de Onda Cero para que podáis oír las declaraciones de algunas personas del pueblo, que están muy apenadas y no entienden por qué han matado al animal.
La gente de Linarejos pide una estatua de Carlitos «para que nadie se olvide de la falta de humanidad que llevó a esto, porque si no se olvida hay esperanza de que algún día las cosas cambien». Y así seguimos, a ver qué día a los cobardes que hacen salvajadas de ese tipo se los penaliza con la cárcel, eso como mínimo.
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