De momento, la debatida ley de bienestar animal cuelga de un hilo. Tras la ruptura del acuerdo con Podemos, por no retirar el PSOE la enmienda que deja fuera a los perros de caza, los socialistas han aplazado hasta el próximo martes, 20 de diciembre, la decisión definitiva a esta propuesta de ley. La secretaria de Organización de Podemos, Lilith Verstrynge, ha acusado al PSOE de estar al lado de «las personas que apalean, torturan y maltratan a los perros, todos los perros, todos los animales, incluidos los perros de caza, del lado de las personas que cuelgan galgos o que entierran a cachorros en cal viva», lo que le ha valido la indignación de la Federación de caza, que ha dicho que va a querellarse contra ella por injurias y calumnias.
No entendemos esa enmienda del PSOE, cuando la mayoría de la población civil está de acuerdo en que todos los perros deben estar protegidos por la misma ley, «mismos perros, misma ley», y así lo ha manifestado la ciudadanía con reiteradas campañas a las que se han sumado, además, veterinarios, instituciones, asociaciones, protectoras y ONGs que luchan a diario contra el abandono y el maltrato animal.
Tampoco entendemos que la Federación española de caza, quiera querellarse con la señora Lilith Verstrynge por decir verdades como puños. Ya sabemos que no todos los cazadores son iguales, pero es una realidad que el peor maltrato se lo llevan los perros de caza, eso es una evidencia. Y numerosas son las muestras de ello, empezando por las rehalas y acabando por los galgos, cuyas torturas y maltrato parecen no tener fin. Dice muy poco de un país que trata así a sus perros (por no hablar de otros animales). Es una lacra de la que muchos nos avergonzamos de que cueste tanto ponerle fin. A ver si ahora acabamos con ella de una vez por todas.
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