La rata topo desnuda (Heterocephalus glaber), este es su nombre, es un roedor arrugado, lampiño y con grandes dientes. Se trata del único mamífero que tiene sangre fría. Vive en África, y pese a su minúsculo tamaño —entre 7,6 y 33 cm—, la rata topo desnuda vive un promedio de 30 años. Se trata de un roedor que es inmune al envejecimiento y a determinados tipos de dolor, lo que ha despertado el interés de los científicos del mundo entero. Como hemos dicho no tiene pelo, pero sí una capa protectora bajo la piel, capaz de regular su temperatura corporal.
Como las abejas y las hormigas, la rata topo desnuda vive en colonias, encabezadas por una reina, que es el único individuo fértil, mientras que el resto de hembras tiene el sistema reproductor inhabilitado. En la colonia suele haber dos o tres machos que se reproducen con la reina. Sin embargo, si esta muere, otra hembra la suplantará para dar continuidad a la colonia. Habitan en madrigueras subterráneas, compuestas por infinidad de túneles que cavan con sus prominentes incisivos. En ellas suelen vivir entre 30 y 300 individuos, que, salvo la reina, se dedican a cavar túneles y a conseguir comida; algunos cuidan a la reina y las crías mientras otros defienden los túneles de los posibles depredadores, como zorros o serpientes.
Una de las particularidades de este mamífero es que su cerebro puede sobrevivir sin oxigeno cerca de 20 minutos a diferencia del cerebro humano que empieza a morir a partir de un minuto. Y eso se debe que en lugar de consumir glucosa como fuente de energía consume fructosa, al igual que las plantas.
La rata topo desnuda no envejece, razón por la que se dice de ella que posee el secreto de la eterna juventud. Según diversos estudios, parece ser que el motivo de no envejecer se debe a su lento metabolismo. No obstante, el hecho de que no envejezca no significa que sea inmortal. Sus principales enemigos son los depredadores y las enfermedades pero no, en cambio, los tumores, ante los que este animal ha desarrollado una elevada resistencia a crearlos. Su gen p16 impide que sus células se dividan, al menos por lo que respecta a los individuos que viven en estado salvaje. No sucede exactamente lo mismo en los animales que han sido criados en cautividad, por consumir una mayor cantidad de oxígeno.
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