¿Nos parecemos a nuestros perros?
agosto, 2021 - Togetherdogs

Se ha dicho siempre que los perros se parecen a sus dueños o al revés. Basta recordar la escena de la película 101 dálmatas cuando algunos propietarios pasean a su perros por una calle de Londres para darse cuenta de que sus parecidos son realmente asombrosos. El fotógrafo británico Gerrard Gethings, uno de los mejores retratistas de animales en la actualidad, decidió unir amos y perros con el fin de encontrar el parecido entre ellos. Y lo encontró; ya lo creo que lo encontró. Y si, además, dicho parecido forma parte de un proyecto y se convierte en un juego de mesa: Do you look like your dog? ¡El resultado es sorprendente! Veamos a continuación una muestra de ello.

En realidad, los parecidos entre perros y sus propietarios va más allá de lo anecdótico. Algunos estudios científicos han demostrado que basta con observar el parecido físico de un perro para saber a que dueño pertenece. Los perros nos observan, estudian nuestros movimientos y aprenden de nuestros gestos y actitudes, y también al revés, nosotros nos fijamos en nuestros perros, los observamos y reconocemos sus hábitos, razones por la que entre un perro y su dueño se crea un vínculo tan fuerte que no resulta extraño que ambos acaben pareciéndose.

Los gatos tampoco se quedan cortos

Después del éxito que alcanzaron sus fotografías de amos y perros, Gethings se decidió a hacerlo con los gatos. «No creo que la gente haya pensado: «Esa persona se parece mucho a un gato». Supongo que hay una cualidad felina que algunas personas pueden tener, pero no del mismo modo. No tienen barbas enormes, ni ni una raya en el centro y cabello largo como tienen algunos perros. Los gatos son más difíciles».

Digamos la verdad

Todo hay que decirlo, las personas que aparecen en estás fotografías no son los verdaderos dueños de los animales, sino modelos seleccionados a través de un proceso de casting. Pero eso no importa, porque lo realmente importante es que con estas imágenes el fotógrafo británico ha puesto en evidencia que dichas personas bien hubieran podido serlo. Y que el parecido entre ellos es mucho más estrecho de lo que creemos.

«El plan era disparar a los perros, encontrar a los humanos, peinarlos y luego hacer que se comportaran o posaran de manera similar», cuenta Gethings.

Gethings explica que detuvo a mucha gente con la que se cruzaba en la calle, en el parque o en el autobús mientras intentaba encontrar una manera discreta de preguntarles si podía tomarles una fotografía. «La gente reaccionó positivamente, sin excepción. Siempre dirigí mi solicitud con un cumplido, sobre todo si se trataba de un completo desconocido. «¡Estoy trabajando en un proyecto fotográfico y tienes un cabello hermoso, dientes interesantes, una nariz magnífica!»». Y aquí tenéis el resultado de lo que es un buen trabajo realizado por un buen fotógrafo.

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