Pen Farthing, un ex marine británico residente en Kabul desde hace muchos años, se negó a abandonar Afganistán, tras haber tomado recientemente los talibanes el control del país. Farthing recibió hace unos días la autorización para salir de Afganistán con los trabajadores de Nowzad, su refugio de animales, que él mismo había fundado en 2007 en Kabul, pero se negó a hacerlo sin ellos.
Farthing se puso en contacto con el ministro de Defensa británico, Ben Wallace, quien le confirmó que el Reino Unido daba prioridad a la evacuación de personas. La polémica estaba servida. Las quejas de miles de personas en las redes sociales por la postura del ministro de Defensa no se hicieron esperar. Farthing inició entonces una campaña en las redes, lo que él llamó Operación Arca, que se hizo enseguida viral y que terminó por asegurarle la evacuación del personal del refugio y de sus animales, que actualmente ya se encuentran a salvo en el Reino Unido, país al que llegaron a bordo de un avión fletado con donaciones privadas en un vuelo desde Kabul y que aterrizó en el aeropuerto de Heathrow el pasado domingo con más de cien perros y setenta gatos.
Algunos se preguntan, enfurecidos, cómo es posible que se antepongan los animales a las personas. ¡Pero si los animales van en la bodega del avión y, en modo alguno, quitan asientos a los afganos, cuyas vidas están en peligro!
«Los animales, considerando lo que han pasado, están en muy buena forma», afirma Farthing, que ahora está muy preocupado por la seguridad de su personal y de otras personas que continúan en Afganistán. La llegada a Inglaterra le ha despertado una «mezcla de emociones y un profundo sentimiento de tristeza por los afganos», ha asegurado el exmarine en un tuit en el que ha dado las gracias al centro de operaciones del aeropuerto londinense, a las fuerzas de seguridad fronterizas y al centro de recepción de animales de Heathrow (HARC) por el buen trato recibido.
«He sido testigo de primera mano de la compasión que Heathrow está mostrando con los refugiados afganos», ha dicho Farthing.
«Algunas personas vinieron conmigo al aeropuerto, pero no se les permitió cruzar la línea entre los talibanes y el control británico. Hubo muchas lágrimas cuando nos despedimos. Me siento muy triste por ellas —ha dicho el exmarine—, pero me siento aliviado por mí y feliz por los animales».
Los animales deberán permanecer en cuarentena durante cuatro meses, y Pen Farthing, a su vez, permanecer recluido durante diez días en un hotel, como el resto de evacuados del país asiático. Muchas han sido las personas que se han ofrecido a adoptar a los animales, lo que no resulta nada insólito en un país tan amante de ellos como es el Reino Unido.
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