Los perros son animales muy empáticos y cuando se sienten bien y felices nos lo transmiten de distintas maneras, ya sea mediante su actitud o a través del lenguaje corporal. Para comprender su comportamiento debemos tener muy claro que el perro tiene su propia naturaleza, la cual es preciso respetar. Por ello no debemos humanizarlo, ya que lo convertiríamos en lo que no es, quitándole aquello que realmente lo hace libre y feliz. Es fundamental conocer sus necesidades y proporcionarle a diario los cuidados que realmente necesita. También sabemos que no todos los perros son iguales, que hay algunos que necesitan correr más que otros, pero, en general, a todos les gustan las mismas cosas. Veamos a continuación cuáles son los principales signos para saber si tu perro está sano y feliz.
Si tu perro come con apetito es una muy buena señal, por no decir la principal, porque si, por el contrario, no come y muestra indicios de inapetencia, puede ser que esté triste, enfermo, o que se deba a otras causas, como tristeza, síndrome de abandono por estar muchas horas solo, que salga poco o apenas haga ejercicio. Muchas pueden ser las razones, en ese caso os aconsejamos que consultéis con vuestro veterinario.
El hecho de que tu perro esté relajado es otro de los signos de bienestar; por el contrario, si muestra ansiedad, está en tensión, tiembla o enseña los dientes, puede ser debido a diversos factores, como miedo, sentirse amenazado o a una excesiva soledad. Si nuestro perro presenta uno de estos signos, intentemos comprenderlo. Los perros no necesitan mucho para ser felices, y por eso es preciso intentar comprenderlos y cuidarlos, porque siempre recibimos mucho más a cambio de lo que les damos.
Igual que tener apetito, un buen sueño es señal de bienestar. Si tu perro duerme bien es uno de los requisitos para que luego esté feliz durante todo el día. Cuentan los expertos que si durante el sueño, tu perro duerme boca arriba, es decir, muestra la barriga, es uno de los signos más evidentes de felicidad.
El juego es una de las actividades que demuestran que tu perro está contento. El tiempo que los perros pasan en casa es un porcentaje muy elevado de su tiempo. Sin bien es cierto que estos animales son capaces de adaptarse a lo que sea, es decir, soportar una rutina de inacción sin quejarse, eso no quiere decir que estemos haciendo las cosas bien. El perro necesita estímulos, por eso es muy importante que interactuemos con él. Retarlo, ponerlo a prueba, eso no hará más que estimularlo e impedir que caiga en esa rutina de inacción en la que acaban inmersos tantos perros, sobre todo en las ciudades. No lo dudes, dedica un poco de tu tiempo diario a jugar con él.
Al perro le gusta salir. De hecho, hay que llevarlo a la naturaleza siempre que se pueda, especialmente los perros «urbanos», muchos de ellos obligados a andar por las calles atados a sus correas de por vida o a «divertirse» en insalubres pipicanes. Hay que pensar, que la naturaleza es su hábitat. Es allí adonde hay que llevarlo, no solo para que corran, si no para que huelan y descubran los múltiples matices que hay en los campos y en los bosques, en las montañas nevadas o no, y también en las playas y riachuelos; los espacios adonde llevarlos son infinitos. Dicho de otro modo, para que no acaben oliendo el tubo de escape de los coches, los orines en las esquinas y oyendo los ruidos ensordecedores de los vehículos. Es preciso sacarlos de las ciudades con frecuencia. Insistimos en ello, el contacto con la naturaleza es el mejor regalo que le puedes hacer a tu perro y lo mínimo que puedes hacer por él. Perros grandes o pequeños, viejos o jóvenes o cachorros, todos están encantados cuando los llevan al campo. Si un perro no disfruta del suficiente ejercicio está perdiendo la posibilidad de ser feliz. Los perros disfrutan de su vida cuando están en activo, cuando ejercitan su cuerpo y se lo pasan bien. Este disfrute es la parte fundamental de su vida. Si tu perro goza de la naturaleza y de los espacios abiertos, buena parte de su felicidad está garantizada.
El perro es curioso por naturaleza. Esta es otra de las señales de que es feliz, el hecho de que le interese todo lo que ocurre en el exterior, las ansias de descubrir qué pasa en su entorno. Y en casa lo mismo: quién llega; quién se va; qué ruido es ese; vaya, ha entrado una mosca por la ventana; y esa música…; hum.., qué olor es ese que procede de la cocina…; todo quieren saberlo. Está bien ser curioso, algo sacas siempre de ello.
Es otro de los signos más evidentes y característicos para saber si tu perro está contento. El perro suele mover la cola cuando se encuentra en situaciones placenteras, como puede ser el momento en el que llegamos a casa, cuando salimos de paseo, cuando jugamos con él o cuando recibe cariño. No olvidemos tampoco esto último.
Los perros felices son un auténtico regalo para los humanos. Y a los humanos nos cuesta muy hacer que lo sean.
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