Se llama Bear. Es un perro de raza koolie, cuyos dueños lo abandonaron cuando se dieron cuenta de que no podían satisfacer sus necesidades. Bear necesitaba hacer mucho ejercicio, correr por el monte y jugar con otros perros. Y sus dueños no podían dárselo. Así que a Bear pronto se le vio merodeando por las calles, pero fue rescatado y trasladado al centro de entrenamiento canino de la Universidad Sunshine Coast, en Australia, donde recibió entrenamiento canino.
La dra. Romane Cristescu, miembro del equipo Detection Dogs for Conservation, ha conseguido, con la ayuda de Bear, salvar cientos de animales salvajes, entre ellos, los koalas. Bear es el miembro estrella de su equipo de rescate: olfatea entre las cenizas de los bosques quemados hasta que localiza al koala que está en peligro. Después de rescatar a más de cien koalas en los incendios que asolaron Australia en los años 2019 y 2020, Bear ha recibido el reconocimiento del Fondo Internacional para el Bienestar Animal.
Los incendios de los bosques australianos en 2019 y 2020 fueron devastadores, con más de 11 millones de hectáreas quemadas.
«Bear puede reconocer el olor del pelaje de los koalas y, cuando localiza uno en un árbol, se detiene y aguarda el rescate», comenta su entrenadora.
Muchos animales murieron presas de las llamas y, pese a que casi 6.000 koalas no consiguieron sobrevivir, Bear logró rescatar en las zonas arrasadas de Nueva Gales del Sur y Queensland a más de cien ejemplares de koalas que estaban atrapados y heridos.
Este premio especial del Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales se celebró recientemente en la Cámara de los Lores y Bear se unió al evento de forma virtual para recibir el prestigioso galardón.
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