Cada vez viajamos más con nuestros perros, sea en coche, barco, tren o avión. Naturalmente, para viajar en avión debemos estar informados de los requisitos y condiciones que exigen las compañías aéreas. No obstante, hoy en día, cada vez son más las compañías que permiten viajar con perro, si bien hay que tener en cuenta que no todas admiten animales. Por ejemplo, Iberia, British Airways, AirEuropa y Vueling son algunas que aceptan animales en cabina y en bodega, aunque las condiciones varían según la aerolínea. Como podéis ver y aunque aún es mejorable, volar con perro cada vez es mas fácil.
Cuando se viaja con un perro siempre hay que reservar plaza previamente, porque en cada vuelo hay un número máximo de animales permitidos, y, además, se debe pagar un billete por el animal. Debéis llevar la documentación del animal en regla, es decir, pasaporte, cartilla sanitaria con las vacunas actualizadas y la desparasitación exigida en el país de destino, además de un certificado de buena salud expedido con un máximo de 10 días de antelación al vuelo. Es muy importante que la documentación esté al día, de lo contrario el perro no podría embarcar. En función de su peso, el perro irá en cabina o en bodega, pero sea un sitio u otro, el propietario deberá cumplir con las condiciones que se le exigen para ello.
Para que nuestro perro pueda ir en cabina, su peso no debe sobrepasar los 8 kg y forzosamente debe ir en un transportín, cuyas medidas no pueden superar los 45 cm de largo x 35 de ancho y 25 de alto, con el fin de que dicho transportín quepa debajo del asiento delantero, que es donde deberá colocarse.
En los vuelos nacionales, el coste de llevar a nuestro perro en cabina puede oscilar entre 40-50 euros según la compañía, mientras que en vuelos internacionales la tarifa es más elevada, y si son vuelos a América y Asia, el precio puede alcanzar los 300 euros.
Los perros que superan los 8 kg de peso deberán ir en la bodega del avión. La mayoría de las aerolíneas permiten llevar perros y gatos (salvo razas braquicéfalas, es decir, los perros de morro chato, como el boxer, el buldog o el carlino, entre otros). Y en bodega, el perro también debe ir en un transportín, que deberá estar homologado y cumplir con la normativa internacional.
El transportín debe ser de un material resistente y con un cierre seguro, y además estar adaptado al tamaño del animal, es decir, éste debe poder ponerse de pie y darse la vuelta o cambiar de postura siempre que quiera. Debe ser un espacio ventilado y estar provisto de un fondo impermeable, a base de un material acolchado o una capa aislante que evite el contacto directo con el suelo del avión. El peso máximo permitido no debe sobrepasar los 45 kilos, perro y transportín juntos, aunque puede variar ligeramente según la compañía aérea.
Si vuestro perro debe viajar en bodega, es preciso que tengáis en cuenta las siguientes recomendaciones:
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