El fotógrafo sevillano Carlos Romero nos cuenta en este vídeo la preciosa relación que mantiene con un zorro desde el día en que éste era un cachorro y apareció en el lugar donde él estaba trabajando, nada menos que en el parque natural de Doñana, en Huelva, donde Romero hace fotos de la naturaleza.
El cachorro atraído por las cámaras y los trípodes se acercó con temor, pero cuando constató que el fotógrafo no suponía una amenaza para él, fue adquiriendo confianza.
La única forma de disparar a un animal debería ser con una cámara.
Ahora, un año después, el cachorro es un precioso ejemplar macho, que cuando Romero acude a Doñana sale a su encuentro. Vale la pena ver el vídeo.
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