En los Países Bajos, el carlino, junto con el buldog francés, el King Charles, y otras razas braquicéfalas están en el punto de mira. Fuentes del Ministerio de Agricultura, Naturaleza y Pesca de este país han señalado que con su prohibición pretenden acabar con el sufrimiento animal que padecen estas razas por sus características genéticas. «Las personas que ya tienen en casa un animal de estas características podrán quedarse con él hasta que muera», ha aclarado el ministro, que ha informado que el gobierno pretende prohibir no sólo este tipo de animales sino también su venta, importación o exposición. Sin duda, los perros braquicéfalos están en el punto de mira en este país.
En el caso del Cavalier King Charles, su principal causa de muerte es debido a cardiopatías congénitas. También suele padecer dolores de cabeza debido al reducido tamaño de su cráneo.
Las razas de perros braquicéfalas suelen tener problemas oculares y respiratorios debido a sus hocicos chatos.
También los gatos de raza Scottish Fold son el centro de atención del gobierno debido a que padecen una mutación genética que les produce dolor en el cartílago de las patas.
El pasado año, Noruega prohibió la cría de bulldog inglés y cavalier king Charles por los problemas de salud que padecen: dificultad para respirar y tragar, trastornos digestivos, apnea del sueño y problemas oculares entre otros. El Tribunal de Distrito de Oslo alegó que el «sufrimiento de estos perros» no son compatibles con la Ley de bienestar animal vigente en el país, y, en ese sentido, la cría debería garantizar la buena salud de los animales. Las organizaciones defensoras de los derechos de los animales aprobaron esta decisión. Sin embargo, como era de esperar, los criaderos se mostraron contrarios. La cría masiva de estas razas y, por lo tanto, la endogamia, ha provocado un elevado grado de consanguinidad, lo que ha desencadenado que la mayoría de perros del país padezcan trastornos y patologías hereditarias. El bulldog inglés, por ejemplo, sufre a menudo problemas cardíacos, dermatológicos y problemas de artrosis.
Sin embargo, la normativa permite que ambas razas puedan cruzarse con perros sanos de otras razas con el objetivo de mejorar científicamente las condiciones genéticas y, por lo tanto, su salud a largo plazo.
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