Un perro recorre 380 kilómetros para llegar a su hogar

A finales de agosto, un perro de raza Jagdterrier de dos años, llamado Pablo, se perdió en Saint-Martin-de-Belleville en los Alpes de Saboya (Francia) cuando sus propietarios Catherine y Roges decidieron hacer una parada con su autocaravana a su vuelta de sus vacaciones en Italia de camino a Francia. Pablo saltó del vehículo para dar un paseo, como siempre, pero esa vez no volvió, se perdió en la oscuridad. Tras horas de espera y viendo que el perro no aparecía, sus amos se dirigieron al Ayuntamiento para denunciar su desaparición. Luego, decidieron ir a Aind, donde viven unos familiares para no alejarse demasiado del lugar.

«Esperamos durante horas. Pasamos toda la noche allí, en vano», explicaron los dueños del perro.  

Tres días más tarde, cuando Catherine y Roger había perdido ya toda esperanza de encontrar a Pablo, un amigo de la pareja que estaba a cargo de cuidar su casa de Bezouce (Gard) mientras ellos estaban de viaje vio a Pablo en la puerta de casa. El hombre envió a Catherine y Roger una foto del perro con un aspecto bastante sucio y más delgado, pero estaba vivo y a salvo. Les contó que había encontrado al perro esperando en la puerta de la casa, que se halla nada menos que a 380 kilómetros de distancia del lugar donde se había perdido.

Trayecto que realizó Pablo, desde Saint-Martin-de-Belleville hasta Bezouce, su hogar, cerca de Aviñón.

Catherine y su marido emprendieron de inmediato el regreso a casa con la alegría de que, por fin, iban a reunirse con Pablo.

El reencuentro de Catherine con su perro, Pablo.

Nadie se explica cómo consiguió Pablo recorrer casi 400 kilómetros en tan solo tres días. Pese a que es sabido que los perros tienen un olfato muy acusado, la pareja no encuentra ninguna explicación a lo sucedido. En cuanto llegaron sus dueños le pusieron un collar con GPS para evitar que se pierda nuevamente.

¡Bravo por la Federación Rumana de Fútbol!

Esta es una de las noticias que nos encanta publicar en Togetherdogs. La Federación Rumana de Fútbol, con la finalidad de concienciar a la sociedad sobre el amor y el respeto a los animales, ha decidido que en cada partido de liga del 2021-2022 de primera división presentará en el terreno de juego perros de distintas perreras del país con el objetivo de poder darlos en adopción.    

Los jugadores de la Federación Rumana de Fútbol saliendo al campo con los cachorros en brazos ante miles de aficionados.

Con el lema «llena el vacío en tu vida», la liga profesional de fútbol de Rumania y el condado de Ilfov, que incluye el cinturón de Bucarest, ha firmado un acuerdo para fomentar la adopción de perros, puesto que son muy pocos los que se adoptan en el país.  

Los perros que aparecen en la imagen son de la perrera municipal de Brănești, pero hay otras muchas que participan en este proyecto con el objetivo de concienciar a la sociedad rumana. 

«Todos los perros están vacunados, esterilizados, desparasitados y listos para ser adoptados», aclaran los responsables de esta iniciativa que, además de promover la adopción responsable, prohíbe los petardos y las bengalas en las gradas durante los partidos que se disputarán este año en Rumanía. Un ejemplo a seguir, sin duda.

¡Cuidado con las víboras!

Sin duda, las víboras son un peligro para los perros. Su picadura puede ser mortal si no se trata a tiempo. Aquí os contamos algunos consejos
Las víboras son un peligro para los perros.

En primavera y verano, cuando los días son más calurosos es cuando más víboras podemos encontrar, sobre todo en zonas de secano, campos de cereales, riachuelos, embalses, llanos, pero también en el monte. Es poco probable que una víbora muerda a nuestro perro, pero no imposible. Las serpientes suelen escurrirse y huir cuando sienten que algo se aproxima. No atacan, salvo que se les provoque, pero a veces si el perro la pisa, por ejemplo, o introduce el hocico en una hendidura en la roca donde se halla el reptil, puede ser fatal. Por lo general, las picaduras de las víboras se producen en el hocico o en las patas. Para prevenir que una víbora muerda a nuestro perro es preciso acotar los riesgos. Si vamos al monte, no debemos levantar piedras ni introducir palos entre las rocas, ni dejar que nuestros hijos o acompañantes lo hagan. Así que ¡mucho cuidado! porque las víboras son un peligro para los perros.

En España, todas las serpientes están protegidas por ley y no pueden ser capturadas ni mucho menos exterminadas.

Hay tres especies de víboras en el territorio español. Veamos cuáles son y dónde habitan:

● Víbora áspid o víbora del Pirineo (Vipera aspis). Es la víbora de mayor tamaño y la más venenosa de las tres. Puede alcanzar los 85 centímetros de longitud. Vive a más de 2000 metros de altitud en la parte nororiental de la Península Ibérica, en los Pirineos, nombre por el que también se la conoce. De color amarronado y el hocico ligeramente levantado.  

Sin duda, las víboras son un peligro para los perros. Su picadura puede ser mortal si no se trata a tiempo. Aquí os contamos algunos consejos
La víbora áspid o víbora del Pirineo (Vipera aspis), la más venenosa del territorio español.

● Víbora hocicuda (Vipera latastei). Es la más común de la Península Ibérica. Salvo en la cordillera cantábrica y los Pirineos, puede encontrarse en todo el territorio peninsular. Si bien es la que más picaduras produce, su veneno es el menos tóxico de las tres víboras ibéricas. Vive en zonas rocosas, de matorrales, pastizales, y bosques. Su color va del parduzco o grisáceo hasta casi el negro. Mide alrededor de 60 centímetros. Tiene la cabeza bastante plana y muy triangular y se distingue claramente de las otras dos porque su hocico es prominente y muy levantado y chato, de ahí su nombre.

Sin duda, las víboras son un peligro para los perros. Su picadura puede ser mortal si no se trata a tiempo. Aquí os contamos algunos consejos
Víbora hocicuda, en la que puede apreciarse su característica protuberancia nasal.

● Víbora cantábrica o seoanei (Vipera seoanei). Habita en el norte y noroeste de la Península Ibérica, desde Galicia hasta Navarra. Es la menor de las tres especies, no sobrepasa los 50 centímetros de longitud. Su cabeza es pequeña y triangular. Su veneno no es tan potente como el de la víbora del Pirineo, pero sí más tóxico que el de la víbora hocicuda.

Sin duda, las víboras son un peligro para los perros. Su picadura puede ser mortal si no se trata a tiempo. Aquí os contamos algunos consejos
Víbora cantábrica o seoanei, propia de la regiones del noroeste español. ©Fotografía de Alberto González.

Cómo identificar una víbora

Para cerciorarnos de que la serpiente que ha podido morder a nuestro perro sea realmente una víbora y no una simple culebra, es preciso que sepamos identificarla. Pese a que en España hay dos culebras venenosas —la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus) y la culebra cogulla (Macroprotodon cucullatus)—, su veneno es poco tóxico y raras veces lo inoculan porque son animales muy temerosos y escurridizos. Para saber si realmente nos encontramos ante una víbora es necesario tener en cuenta las siguientes características:

Las víboras presentan una pupila vertical con respecto a la pupila redondeada de las culebras. Es ésta una de sus características más destacadas.

Las víboras poseen pequeñas escamas craneales fragmentadas con respecto a las escamas craneales o cefálicas grandes y dispuestas de las culebras.

Las víboras tienen las escamas dorsales con quilla, es decir, carenadas, mientras que las escamas de las culebras son lisas, si bien hay excepciones, como los casos de la culebra de agua o viperina (Natrix maura) y la culebra de collar ibérica (Natrix astretophora), ambas con escamas dorsales carenadas.

Las víboras cuentan con un par de colmillos que se retraen al cerrar la boca, pero que muestran abiertamente cuando se sienten amenazadas.

Las escamas de la víbora son fragmentadas y no lisas como las de las culebras.

¿Qué hacer si una víbora muerde a nuestro perro?

Si una víbora muerde a nuestro perro no debemos ponernos nerviosos, ya se sabe que los nervios juegan malas pasadas. En primer lugar, hay que examinar al perro y localizar la mordedura para cerciorarnos de que ha sido una víbora y no una avispa u otro insecto. La zona de la mordedura debe presentar dos orificios, dos incisiones separadas por casi un centímetro. Siempre que se pueda es conveniente hacer una foto de la serpiente en cuestión, ya que al veterinario puede resultarle de gran ayuda. Una vez identificada la mordedura, deberemos inmovilizar al animal para que se mueva lo menos posible con el fin de evitar que el veneno se disemine. A continuación, es preciso llevar el perro al veterinario de inmediato.  

Las víboras no suelen atacar si no se ven amenazadas.

No hay que hacer ningún torniquete al animal, ni ponerle vendaje o aplicarle pomadas, y ni mucho menos succionar la zona, nada de eso, sino trasladar al perro lo antes posible hasta una clínica veterinaria, donde le suministrarán el antídoto (suero antiofídico) y le aplicarán el tratamiento adecuado a base de antibióticos y antinflamatorios con el fin de prevenir infecciones bacterianas asociadas a la mordedura.   

Es preciso no demorarse y acudir a la clínica veterinaria más cercana, en el caso de que no podamos, llamaremos de inmediato al 112 para que nos eche una mano. La salud de nuestro perro está en juego y no hay tiempo que perder.

Las víboras Aspid y hocicuda son las más peligrosas, y si bien es difícil que su veneno pueda provocar la muerte en humanos, lo cierto es que en perros no es así, algunos no han llegado a tiempo.

Las primeras seis horas son vitales para evitar que el accidente sea irreversible. 

El veneno de la víbora tiene un efecto necrosante (provoca la muerte de una parte del tejido) que comporta, además, el riesgo de una infección bacteriana. La gravedad va a depender de numerosos factores: el estado de salud del perro y su sistema inmunológico, el peso corporal, la edad, la zona donde se ha producido la mordedura y la cantidad de veneno que le haya inoculado el reptil, así como de la rapidez con la que es tratado por un veterinario. En estos casos, la rapidez de actuación es fundamental.

En definitiva, cuando vayáis al monte, llevad cuidado, porque las víboras son un peligro para los perros.

Conoce cuáles son los alimentos prohibidos para tu perro

Mucha gente cree que los perros pueden comer de todo. Sin embargo no es así, algunos alimentos que son beneficiosos para las personas resultan ser perjudiciales para los perros. Es preciso tener eso muy en cuenta, porque sin querer podemos ocasionar trastornos y graves daños de salud al animal. Recomendamos no abusar de una alimentación que no sea la propiamente canina. En las ciudades hay muchos perros que tienden a la obesidad, no solo por la falta de ejercicio sino porque el propietario cae rendido ante las demandas del animal y no es capaz de decir «no». Si bien en un principio «contenta» al perro, le está haciendo un flaco favor, porque a la larga, e incluso a la corta, su estado de salud acabará resintiéndose. Es preciso tomar conciencia de ello.

Veamos a continuación cuáles son los alimentos más nocivos para los perros:

●  Carne cruda: Mucha gente cree que la carne cruda es uno de los manjares más sabrosos para su perro, pero ignoran que la carne cruda puede contener bacterias, como la salmonella o la escherichia coli que, como en los humanos, ataca su tracto gastrointestinal y puede provocarles graves afecciones.

●  Lacteos y derivados: El perro carece de la enzima lactasa, que es la encargada de descomponer la lactosa, razón por la que alimentos como la leche y los quesos pueden provocarle trastornos intestinales y diarreas, y si ingiere queso de manera continuada también afecciones hepáticas.

●  Huevos crudos: Como la carne cruda, el huevo crudo puede contener bacterias como la salmonella y la escherichia coli.

●  Aguacate: El llamado «oro verde» es uno de los alimentos más nocivos para los perros. Debido a su alto contenido en persina, una sustancia que tiene efecto fungicida derivada de los ácidos grasos del fruto. Su ingesta puede ocasionarles vómitos y diarreas. En los casos más graves puede derivar en una pancreatitis.

El aguacate es altamente nocivo para los perros debido a su elevado contenido en persina, una toxina fungicida, un compuesto liposoluble similar a los ácidos grasos.

●  Sal: Así como la sal no es saludable para los humanos, tampoco lo es para los perros. Un elevado consumo puede ocasionarles deshidratación, o agravar patologías cardíacas y renales.

●  Cebolla y ajo: Ya sabemos que a nadie se le ocurriría darle a su perro una cebolla cruda. Pero sí, en cambio, restos de comida, como carne estofada o relleno de carne, donde hay cebolla. Junto con el ajo, la cebolla genera irritación en el aparato digestivo de los perros. Debido a su elevado contenido en alicina, una ingesta continuada de ajo o cebolla podría provocarles trastornos grastrointestinales y, en casos más graves, una anemia hemolítica.

●  Frutos secos: No son nada recomendables. Una ingesta considerable de nueces, avellanas y almendras, debido a su alto contenido en grasas, puede provocar vómitos en el perro, e incluso enfermedades en su sistema digestivo.

Cuando queráis darle a vuestro perro comida casera, consultad a vuestro veterinario, él os aconsejara sobre los alimentos más recomendables según la edad y estado de salud de vuestro perro.

●  Chocolate: Es sumamente dañino para los perros, ya que contiene una serie de sustancias alcaloides, llamadas metilxantinas, que son altamente tóxicas para su salud. Sabemos de un caso, que mientras sus amos estaban en el cine, el perro se subió a la encimera de la cocina y se zampó una tableta entera de chocolate. Cuando llegaron estaba muerto.  

●  Uvas: Completamente prohibido en la dieta canina, tanto frescas como secas (pasas). Las pepitas contienen cianuro, lo que resultan de elevada toxicidad para el animal. Y la carne del fruto es altamente perjudicial para los riñones, por lo que su ingesta de manera continuada podría provocar insuficiencia renal en el animal.

●  Setas: Los animales no suelen comer setas, de modo que no hay que dárselas de ningún tipo, aunque las hayamos recogido nosotros en el bosque. Del mismo modo, habrá que prestar atención durante los paseos para que el perro no mordisquee ninguna en plena naturaleza, ya que podría resultar fatal para su salud.  

●  Azúcar y dulces: son alimentos prohibidos, ya que pueden causar obesidad y diabetes. Y a largo plazo pueden generar complicaciones como la pérdida de visión.

●  Patatas: Las patatas crudas contienen solanina, una sustancia muy nociva para la salud del animal, que, sin embargo, se elimina al cocerlas o freírlas. 

●  Café: Ya sabemos que a nadie en su sano juicio se le ocurriría darle café a su perro, pero es preciso estar atento para que éste, sobre todo si es un cachorro, no coma los granos o los restos de café molido que puedan quedar a su alcance. Igual que el chocolate, el café contiene grandes cantidades de alcaloides que pueden dañar gravemente su salud.

●  Coco: Es preciso saber que el coco, ya sea seco o fresco, así como su agua o el aceite, tiene un alto contenido en grasas de difícil digestión para los perros.

●  Sushi: Uno podría preguntarse: ¿A quién se le podría ocurrir darle sushi a un perro? Aunque parezca increíble es más común de lo que se cree, y más de un perro ha acabado en la consulta de un veterinario por la ingesta de esta comida japonesa. Sobre todo los perros pequeños o falderos (Pomerania, bulldog francés, bichón maltés o chihuahua entre otros). Estos perros suelen estar en el regazo de sus amos, que, cuando comen sushi, les ofrecen algún que otro bocado. El arroz fermentado con vinagre, además del pescado crudo y el queso son alimentos muy nocivos para estos animales.

●  Huesos: Pese a que a los perros les encantan, no es una buena idea darles huesos, sobre todo pequeños, ya que podría causarles problemas respiratorios y digestivos, y también intestinales, y si son de pollo, la perforación de estómago es un riesgo elevado que es preciso evitar.  

Espinas: El pescado es un buen alimento para el perro, siempre que no sea crudo, pero es preciso tener muchísimo cuidado con las espinas. Hay que dárselo troceado y sin espinas, para evitar daños mayores. Al vapor es la mejor opción.

El chihuahua, el perro más pequeño del mundo

Originario de México, en concreto del estado de Chihuahua, este perro es uno de los más antiguos del mundo.  Existen diversas teorías acerca de sus orígenes, pero ninguna de ellas ha podido demostrarse con certeza. Unos sostienen que el chihuahua desciende del techichi, un perro de la civilización tolteca (siglo X-XI), otros que su antepasado es el perro crestado chino que llegó a América procedente de Asia a través del estrecho de Bering. Sin embargo, investigaciones más recientes determinan que los chihuahuas actuales son el resultado de cruces con perros europeos, aunque otras teorías afirman que los antepasados del chihuahua eran originarios de su tierra y que fueron domesticados por los habitantes de la región.

El AKC (American Kennel Club) reconoce dos variedades de chihuahuas: la de pelo corto y la de pelo largo. La altura varía considerablemente en esta raza, ya que puede oscilar entre los 15 y los 25 cm de cruz, pero en cuanto al peso, los estándares determinan que el chihuahua no debe pesar menos de 1,5 kilo ni sobrepasar los 3 kilos. Si bien, en los perros que no son de exposición, esos patrones no suelen ser tan rigurosos.

Chihuahua de pelo largo (izquierda) y de pelo corto (derecha).

La raza presenta una amplia variedad de colores: negro, blanco, chocolate, beige, gris plata, tricolores, moteados, colores que pueden ser de mayor o menor intensidad. Su constitución es frágil, sus orejas erguidas y enormes, sus ojos grandes y saltones, y su boca pequeña, pero dentadura robusta y fuerte.

Los chihuahuas poseen un fuerte temperamento, por lo que se recomienda sociabilizarlos a temprana edad para que no se vuelvan agresivos. No son conscientes de su pequeño tamaño, por lo que no dudan en enfrentarse a perros grandes si es necesario. Son muy sensibles al frío, y no les gusta que los molesten. De hecho, no son perros para estar en compañía de niños, salvo que se los adiestre a muy temprana edad.  

Una curiosidad

Vanessa Semler es la dueña de Milly, la chihuahua que al nacer pesó 28 gramos y cabía en una cuchara. En la actualidad, Milly no alcanza el medio kilo de peso y no sobrepasa los 10 cm de altura.

Milly pesaba al nacer solo 28 gramos.

En 2017, la Fundación de investigación de Biotecnología Sooam, en Seúl, Corea del Sur, clonó a Milly cuarenta y nueve veces con el fin de estudiar su genética y poder averiguar así la razón de su tamaño tan pequeño. En la actualidad, Vanessa Semler vive en Perú con doce de sus clones: Molly, Mally, Melly, Molly II, Mumu, Mila, Mary, Mimi, Moni, Mini, Mela y Mulan. No se conoce en el mundo un perro más pequeño que Milly , así lo ha reconocido el libro Guinness de los récords.

Milly está considerada la perra más pequeña del mundo.

La pasión de Xavier Cugat

En los años cuarenta, el músico catalán Xavier Cugat solía dirigir su orquesta con un chihuahua en la mano. Durante años fue algo habitual ver al famoso músico dirigiendo su inabarcable orquesta con un solo brazo porque en la otra siempre sostenía a uno de sus diminutos perros, un hecho que hizo que la raza adquiriera una enorme popularidad en la sociedad neoyorquina de aquella época. Fue tal la pasión de Cugat por esta raza, que el músico acabó creando una empresa dedicada a la cría y venta de ejemplares de chihuahuas. En sus fotografías, raras veces se lo ve sin la compañía de estos perros.

Xavier Cugat en los últimos años de su vida, junto a uno de sus chihuahuas.

Boris & Horton: una cafetería para perros en Nueva York

En la calle 195 Avenue A, cerca de Tompkins Square Park, en el distrito de Manhattan, Nueva York, se encuentra la cafetería Boris & Horton, propiedad de Coppy Holzman y de su hija Logan Mikhly. Fundada en 2017, se trata de la primera cafetería oficial para perros que hay en la ciudad. Dado que el Departamento de Salud de Nueva York prohíbe los animales en los establecimientos de alimentación, los propietarios tuvieron que ingeniárselas para conseguir su objetivo. Para ello, dividieron el local en dos áreas, ambas separadas por una mampara de vidrio: en una están los perros y en la otra la comida.   

La cafetería Boris & Horton, en Manhattan, donde acuden los neoyorquinos con sus perros.

El nombre del local hace honor a los perros de los propietarios: Boris, una mezcla de pitbull y foxterrier de color blanco, y Horton, otra simpática mezcla de no sé sabe bien qué. «A los dos nos gusta tomar café y a los dos nos gustan los perros —afirma Holzman, refiriéndose también a su hija Logan—, e íbamos a lugares, donde uno de nosotros tenía que quedarse fuera con los perros mientras el otro entraba. Así que pensamos que sería genial si hubiera un lugar donde poder entrar con ellos y pasar un rato juntos», aclara.

Coppy Holzman y su hija Logan Mikhly con sus perros Boris y Horton.

Además de servir cafés y exquisitos menús veganos, el establecimiento se ha convertido en un lugar de encuentro para todos aquellos que tienen perro, y donde los fines de semana se organizan todo tipo de eventos caninos. Padre e hija están muy comprometidos con las protectoras y ayudan a recaudar fondos y a fomentar la adopción.

Un grupo de chicas con sus perros en el interior de la cafetería Boris & Horton.

El local cuenta también con una tienda, donde se venden galletas para perros, tazas de té con el nombre del local, bonitas bolsas de tela, juguetes caninos, y muchas otras cosas más. La iniciativa tiene tanto éxito que los propietarios ya se están planteando la posibilidad de abrir otro establecimiento en la ciudad.

Los Soboka Stalina, los perros de Stalin

El Terrier Ruso Negro o Soboka Stalina, el llamado perro de Stalin.

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial el dictador soviético Iósif Stalin quiso que los soldados que custodiaban los gulags, o campos de prisioneros, en la alejada y fría Siberia dispusieran de perros de defensa para asegurar la vigilancia. Por ello ordenó a los expertos caninos que crearán una nueva raza de perros, robusta, fiera, y preparada para resistir las bajas temperaturas. Y así fue como del resultado de diversos cruces de Rottweiler, Terranova y Schnauzer gigante, nacieron los Soboka Stalina —los llamados perros de Stalin—. La raza fue reconocida por la Federación Canina Internacional en 1994 y bautizada con el nombre de Terrier Ruso Negro. Estos perros llegaron a los Estados Unidos entre 1989 y 1990, a través de dos inmigrantes rusos que comenzaron la cría en Misisipi, pero no fueron reconocidos por el AKC (American Kennel Club) hasta 2004, aprobándose su estándar definitivo en 2011. 

El Terrier Ruso Negro tiene un aspecto imponente.

Un perro guardián

El Terrier Ruso Negro es un perro guardián; de hecho fue concebido para este fin. Pero también es un animal cariñoso y muy apegado a su amo, al que no dudará en defender siempre que se dé el caso. No es amigo de los extraños, con quienes se mantiene distante, pero es estable y seguro de sí mismo y muy leal con quienes ama. 

Para que pueda desarrollar su personalidad debidamente es preciso que se le asignen determinadas tareas, ya que se trata de un perro de trabajo que, mediante un buen entrenamiento, sacará lo mejor de sí mismo. Es un perro familiar, que reclama atención, por lo que si no se le dedica tiempo puede volverse arisco. Por lo tanto, es importante que se le inserte en la unidad familiar, que forme parte de ella, duerma en la casa y no fuera y se le acepte como uno más de la familia, a la que protegerá por encima de todo.

El Terrier Ruso Negro es una raza apenas conocida fuera de su país de origen, donde goza de gran popularidad.

Se trata de un perro inteligente, cuyos antepasados fueron creados y adiestrados para emprender tareas militares, de vigilancia y guarda. Es un animal obstinado, por lo que el adiestramiento debe ser firme y no claudicar antes sus exigencias y caprichos.

El Terrier Ruso Negro es un perro inteligente que aprende con facilidad.

Características físicas

El Terrier Ruso Negro es un perro de gran tamaño, de constitución fuerte y robusta, poco estilizado. Su cabeza es ancha, igual que el tórax. En Rusia se le suele cortar la cola, pero no la Unión Europea, esta práctica está completamente prohibida.

Suele vivir entre 10 y 12 años, tiene una altura de cruz entre 50 y 55 centímetros y el peso en ejemplares adultos alcanza los 38 kg en los machos y aproximadamente los 36 kg en las hembras.

Es muy importante mantener al perro en activo, ya sea física como mentalmente, mediante ejercicios y estímulos que le resulten satisfactorios.

Entrenamiento y estimulación mental

El Terrier Ruso Negro necesita poder satisfacer sus estímulos mentales y de trabajo. Por ello, es aconsejable someter al perro a un entrenamiento y a unas clases de obediencia, ya que el animal responderá muy bien a este tipo de métodos y su comportamiento se verá muy reforzado. Es muy importante estimular mentalmente al animal, al menos media hora al día con algún juego o ejercicios de agilidad y obediencia. 

Operación Arca: La hazaña de Pen Farthing

Pen Farthing, un ex marine británico residente en Kabul desde hace muchos años, se negó a abandonar Afganistán, tras haber tomado recientemente los talibanes el control del país. Farthing recibió hace unos días la autorización para salir de Afganistán con los trabajadores de Nowzad, su refugio de animales, que él mismo había fundado en 2007 en Kabul, pero se negó a hacerlo sin ellos.

Pen Farthing, en compañía de uno de sus perros, en Nowzad, su refugio de animales en Kabul, Afganistán.

Su campaña en redes

Farthing se puso en contacto con el ministro de Defensa británico, Ben Wallace, quien le confirmó que el Reino Unido daba prioridad a la evacuación de personas. La polémica estaba servida. Las quejas de miles de personas en las redes sociales por la postura del ministro de Defensa no se hicieron esperar. Farthing inició entonces una campaña en las redes, lo que él llamó Operación Arca, que se hizo enseguida viral y que terminó por asegurarle la evacuación del personal del refugio y de sus animales, que actualmente ya se encuentran a salvo en el Reino Unido, país al que llegaron a bordo de un avión fletado con donaciones privadas en un vuelo desde Kabul y que aterrizó en el aeropuerto de Heathrow el pasado domingo con más de cien perros y setenta gatos.

Algunos se preguntan, enfurecidos, cómo es posible que se antepongan los animales a las personas. ¡Pero si los animales van en la bodega del avión y, en modo alguno, quitan asientos a los afganos, cuyas vidas están en peligro!

El exmarine británico Pen Farthing, de cincuenta y siete años, junto a uno de los perros.

«Los animales, considerando lo que han pasado, están en muy buena forma», afirma Farthing, que ahora está muy preocupado por la seguridad de su personal y de otras personas que continúan en Afganistán. La llegada a Inglaterra le ha despertado una «mezcla de emociones y un profundo sentimiento de tristeza por los afganos», ha asegurado el exmarine en un tuit en el que ha dado las gracias al centro de operaciones del aeropuerto londinense, a las fuerzas de seguridad fronterizas y al centro de recepción de animales de Heathrow (HARC) por el buen trato recibido.

«He sido testigo de primera mano de la compasión que Heathrow está mostrando con los refugiados afganos», ha dicho Farthing.

«Algunas personas vinieron conmigo al aeropuerto, pero no se les permitió cruzar la línea entre los talibanes y el control británico. Hubo muchas lágrimas cuando nos despedimos. Me siento muy triste por ellas —ha dicho el exmarine—, pero me siento aliviado por mí y feliz por los animales».

Los animales deberán permanecer en cuarentena durante cuatro meses, y Pen Farthing, a su vez, permanecer recluido durante diez días en un hotel, como el resto de evacuados del país asiático. Muchas han sido las personas que se han ofrecido a adoptar a los animales, lo que no resulta nada insólito en un país tan amante de ellos como es el Reino Unido.

¿Nos parecemos a nuestros perros?

Se ha dicho siempre que los perros se parecen a sus dueños o al revés. Basta recordar la escena de la película 101 dálmatas cuando algunos propietarios pasean a su perros por una calle de Londres para darse cuenta de que sus parecidos son realmente asombrosos. El fotógrafo británico Gerrard Gethings, uno de los mejores retratistas de animales en la actualidad, decidió unir amos y perros con el fin de encontrar el parecido entre ellos. Y lo encontró; ya lo creo que lo encontró. Y si, además, dicho parecido forma parte de un proyecto y se convierte en un juego de mesa: Do you look like your dog? ¡El resultado es sorprendente! Veamos a continuación una muestra de ello.

En realidad, los parecidos entre perros y sus propietarios va más allá de lo anecdótico. Algunos estudios científicos han demostrado que basta con observar el parecido físico de un perro para saber a que dueño pertenece. Los perros nos observan, estudian nuestros movimientos y aprenden de nuestros gestos y actitudes, y también al revés, nosotros nos fijamos en nuestros perros, los observamos y reconocemos sus hábitos, razones por la que entre un perro y su dueño se crea un vínculo tan fuerte que no resulta extraño que ambos acaben pareciéndose.

Los gatos tampoco se quedan cortos

Después del éxito que alcanzaron sus fotografías de amos y perros, Gethings se decidió a hacerlo con los gatos. «No creo que la gente haya pensado: «Esa persona se parece mucho a un gato». Supongo que hay una cualidad felina que algunas personas pueden tener, pero no del mismo modo. No tienen barbas enormes, ni ni una raya en el centro y cabello largo como tienen algunos perros. Los gatos son más difíciles».

Digamos la verdad

Todo hay que decirlo, las personas que aparecen en estás fotografías no son los verdaderos dueños de los animales, sino modelos seleccionados a través de un proceso de casting. Pero eso no importa, porque lo realmente importante es que con estas imágenes el fotógrafo británico ha puesto en evidencia que dichas personas bien hubieran podido serlo. Y que el parecido entre ellos es mucho más estrecho de lo que creemos.

«El plan era disparar a los perros, encontrar a los humanos, peinarlos y luego hacer que se comportaran o posaran de manera similar», cuenta Gethings.

Gethings explica que detuvo a mucha gente con la que se cruzaba en la calle, en el parque o en el autobús mientras intentaba encontrar una manera discreta de preguntarles si podía tomarles una fotografía. «La gente reaccionó positivamente, sin excepción. Siempre dirigí mi solicitud con un cumplido, sobre todo si se trataba de un completo desconocido. «¡Estoy trabajando en un proyecto fotográfico y tienes un cabello hermoso, dientes interesantes, una nariz magnífica!»». Y aquí tenéis el resultado de lo que es un buen trabajo realizado por un buen fotógrafo.

La rata Magawa se jubila tras cinco años detectando minas antipersonas en Camboya

Magawa es una rata de Gambia (Cricetomys Gambianus) que, después de un duro entrenamiento, se ha convertido en una auténtica experta en la detección de minas terrestres y explosivos. Ahora, tras cinco años en Camboya, se jubila, tal como ha comunicado APOPO (Anti-Persoonsmijnen Ontmijnende Product Ontwikkeling), la organización belga que se dedica a entrenar a este tipo de animales.

«Nuestras ratas africanas, apodadas HeroRAT, gracias a su enorme sentido del olfato, están ayudando a encontrar minas terrestres y a detectar la tuberculosis», señala APOPO.

Magawa recibe su recompensa diaria después del trabajo.

Durante sus años de servicio en Camboya, este roedor ha conseguido detectar 71 minas y 38 artefactos explosivos sin detonar, y ha ayudado a peinar más de 225.000 m2 de terreno. Con su intenso sentido del olfato, Magawa consigue detectar los olores químicos de las minas antipersonas y, gracias a su pequeño tamaño, su peso resulta insuficiente para que detonen los explosivos.

«Las minas terrestres siguen causando dolor y miedo a una nueva generación de camboyanos, una generación que ni siquiera había nacido cuando se colocaron estas minas. La limpieza de campos de minas es un trabajo intenso, difícil y peligroso, que exige precisión y tiempo, y la tarea que realizan los roedores es fundamental para salvar vidas», subraya APOPO.

«La actuación de Magawa ha sido impecable, y me enorgullece haber podido trabajar codo con codo con ella, pero ahora va más lenta y debemos respetar sus necesidades. Echaré en falta trabajar con ella», cuenta So Malen, su cuidadora. 

El reconocimiento a su labor

A finales del año pasado PDSA (People’s Dispensary for Sick Animals), una organización benéfica veterinaria del Reino Unido, le entregó una medalla de oro por su labor y fue condecorada como una «rata héroe» (HeroRAT). Con sus apenas veinte centímetros de longitud, este pequeño roedor ha conseguido salvar la vida de cientos de personas en Camboya.

La rata Magawa, con su medalla de oro al cuello, sobre el brazo de su cuidadora So Malen.

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