El dálmata es un perro originario de Croacia, concretamente de la región de Dalmacia, de ahí su nombre. Parece ser que sus orígenes se remontan al siglo XVI, pero se cree que este animal ya existía en el antiguo Egipto y en la Grecia clásica, tal como muestran algunas pinturas de ambas civilizaciones en las que aparecen estos tipos de perros manchados. En cualquier caso, no fue hasta el siglo XVIII cuando la aristocracia inglesa comenzó a tener estos perros como animales de compañía, lo que supuso que esta raza adquiriera gran popularidad en Inglaterra y se convirtiera en un símbolo de estatus social.
En el siglo XVIII, el dálmata era un perro muy apreciado por su extraordinaria afinidad con los caballos. Parece ser que correr junto a los carruajes era su verdadera tarea, correr junto a ellos a modo de escolta para impedir que se asustaran y pudieran desbocarse. Era una manera de ofrecer protección durante los trayectos, que debido a su gran resistencia física estos perros recorrían sin problema. Los ingleses no tardaron en darse cuenta de que, a diferencia de otros perros que los asustaban, el dálmata era un excelente guardián de los caballos y las cuadras.
En el siglo XVIII, también los carruajes de bomberos estaban tirados por caballos. Los bomberos londinenses comenzaron a utilizar estos perros para que vigilaran sus instalaciones y las libraran de las ratas, pero los dálmatas no tardaron en salir corriendo junto a los carros antiincendios tirados por caballos, y abrir paso por las calles alertando a la población durante las emergencias. De modo que cuando, a lo largo de los siglos XVIII y XIX aparecieron los primeros parques de bomberos, los dálmatas ya formaban parte de los equipos antiincendios como vigilantes de los carruajes y de las instalaciones.
Los dálmatas protegían los carruajes tirados por caballos y velaban para que éstos no se desbocaran.
Después, con el tiempo, cuando llegaron los camiones a motor, los bomberos, para conservar de algún modo la tradición, llevaron durante años a los dálmatas en sus propia cabina.
Y, si bien en la actualidad sería del todo insólito ver un perro de esta raza en un camión antiincendios, el dálmata está considerado el «perro de los bomberos» por excelencia.
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